Un paramédico condenado a 10 años de prisión por introducir un fármaco abortivo en la vagina de una mujer sin su consentimiento

La agresión no solo dejó daños físicos en el cuerpo de la mujer, sino también importantes secuelas psicológicas

Guardar
Freepik
Freepik

Hablamos de Stephen Doohan, jefe del equipo del Servicio de Ambulancias de Escocia. En 2021, cuando se encontraba de vacaciones por España, tuvo un romance con una mujer. Al poco tiempo, comenzó una relación a distancia con ella. Fue en 2023 cuando, la mujer, al enterarse de que estaba embarazada, viajó a Edimburgo, para encontrarse con su pareja. Sin embargo, lo que en un principio pretendía ser una noticia alegre y afortunada, se convertiría en un auténtico infierno que transgrediría su integridad física y emocional.

Agresión sexual: aprovecha su profesión para conseguir fármacos abortivos

Así fue como Stephen Doohan cometió una agresión terrorífica. Al enterarse de que su novia estaba embarazada, y sin mostrar insatisfacción o desagrado aparente, planeó un plan para conseguir, o hacerla creer a ella, que había tenido un aborto natural.

Debido a su proximidad laboral con antibióticos y medicamentos, pudo conseguir un fármaco específico para hacer que ella abortase. De esta manera, durante la noche, mientras mantenían relaciones sexuales, introdujo este medicamento por las partes íntimas de su novia. Mientras ella creía que se trataba de un juguete sexual, en realidad, su novio le estaba procurando un aborto forzado sin su consentimiento.

Una mujer es agredida por
Una mujer es agredida por su pareja y obligada a abortar. (Adobe)

“Le causó un dolor considerable durante varios días y la dejó enfrentando una vida de dolor y pérdida”, dijo el juez, dirigiéndose al acusado. Asimismo, el dolor no solo había sido físico. La mujer presentaba numerosas secuelas psicológicas a consecuencia de la agresión y la traición que suponía ante su persona.

Según informa el medio regional francés Le Parisien, el paramédico persuadió a la mujer para que ocultara la verdadera causa de lo ocurrido cuando fue atendida en el Hospital Real de Edimburgo, temiendo que si ella contaba la verdad, terminaría siendo arrestado. Allí, el personal médico le informó que lo que estaba experimentando era un aborto espontáneo. Sin embargo, en mayo de 2023, la víctima decidió presentar una denuncia formal ante el Servicio de Ambulancias de Escocia, lo que motivó el inicio de una investigación oficial sobre el caso.

La mujer se dio cuenta de que lo que había vivido no era un aborto natural, sino una violación. No solo empezó a experimentar síntomas a causa de la agresión: pinchazos estomacales, manchas inusuales en su ropa interior, sino que encontró pastillas abortivas en la habitación donde había mantenido relaciones sexuales con su pareja.

Voces - Candelaria: "Lo que yo sufrí, más allá de un abuso, fue una violación"

“La denunciante se dio cuenta entonces de que eran pastillas abortivas y lo confrontó por sus acciones. Usted planeó lo que le hizo a su víctima utilizando los recursos que tenía a su disposición como asistente médico” dictaminó el tribunal.

En consecuencia, según publicó el medio británico The Guardian, el Tribuna de Justicia de Glasgow sentenció al acusado a diez años y seis meses de cárcel.

Secuelas derivadas de una agresión sexual

No solo hablamos de las consecuencias físicas, sino de todas las implicaciones psicológicas y emocionales que pueden tener en las mujeres. Un estudio del caso a la luz del Informe sobre los factores predictores del impacto psicopatológico en víctimas de agresión sexual (María Ángeles de la Cruz Fortún, 2017) sitúa el supuesto en el intersticio del maltrato físico invasivo con el maltrato psicológico derivado del primero.

Así, el caso no solo revela las secuelas tangibles de un acto violento sobre el cuerpo de la mujer, sino que expone un entramado mucho más complejo de dolor emocional y trauma estructural. Esto subraya la urgencia de abordar estos hechos desde un enfoque multidisciplinario que contemple no solo la reparación física, sino también el acompañamiento psicológico y social que permita a las víctimas reconstruir su proyecto de vida con plenitud y seguridad.