Un estudio español encuentra la proteína que inicia la metástasis del cáncer de mama: “Son capaces de evadir el ataque del sistema inmune”

La proteína TIM-3 ayuda a las células cancerosas a expandirse hacia otros órganos

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La Dra. Catalina Rozalén, investigadora
La Dra. Catalina Rozalén, investigadora predoctoral del Instituto de Investigación del Hospital del Mar; y el Dr. Toni Celià-Terrassa, firmante principal del estudio, investigador del Grupo GEICAM y del Grupo de investigación de Células Madre Cancerosas y Dinámicas de Metástasis.

Un estudio liderado por el Instituto de Investigación del Hospital del Mar, junto con investigadores del Grupo de Español de Investigación del Cáncer de Mama (GEICAM) ha localizado una nueva vía para frenar la metástasis del cáncer de mama antes de que se produzca. La investigación, publicada en la revista Cancer Cell, señala a la proteína TIM-3 como la responsable de que las células tumorales tengan éxito al iniciar la metástasis, que expande el cáncer por el cuerpo.

El doctor Toni Celià-Terrassa y su equipo han centrado el foco en la micrometástasis, el momento crítico en el que las primeras células tumorales aterrizan en otros órganos para intentar expandirse. “Es un momento crítico para esas células”, explica el investigador en declaraciones a Infobae España. La gran mayoría muere ante la acción del sistema inmunitario, pero algunas de ellas, las más agresivas, son capaces de suprimirlo y extenderse al siguiente órgano. “Las que no mueren son las TIM-3 positivas. Son capaces de evadir el ataque del sistema inmune en esos órganos y, por tanto, generan el origen de la metástasis”, indica el doctor.

El equipo responsable ha utilizado un modelo con ratones para describir el papel clave de esta proteína. A través de la TIM-3, las células cancerosas logran reconfigurar el sistema inmunitario del nuevo órgano para sobrevivir, proliferar y generar un nuevo tumor.

Esta relación también se ha visto en personas: con una cohorte de pacientes del Hospital del Mar pudieron comprobar cómo aquellas mujeres con tumores con niveles altos de TIM-3 tenían más riesgo de metástasis y de mal pronóstico. “Los pacientes positivos en TIM-3 en el tumor primario tienen un riesgo más elevado de recurrencia y metástasis”, apunta la doctora. Catalina Rozalén, investigadora predoctoral del Instituto de Investigación del Hospital del Mar. Otras muestras incluidas en el estudio clínico de GEICAM (ConvertHER) confirmaron que había más células tumorales TIM-3 en tumores metastásicos que en tumores primarios de cáncer de mama.

Una diana para nuevos tratamientos

Imagen de una mamografía (AdobeStock)
Imagen de una mamografía (AdobeStock)

La identificación de la proteína TIM-3 y su papel en la micrometástasis abre la posibilidad de nuevas vías de tratamiento para el cáncer de mama que eviten su extensión hacia otros órganos. Los investigadores proponen utilizar anticuerpos monoclonales anti TIM-3 para prevenir la metástasis.

“Es un fármaco que ya existe. Sirve para otras indicaciones, sobre todo para la inmunoterapia en metástasis avanzadas. Nosotros lo que proponemos es que este fármaco puede funcionar para atacar estas células en el momento que inician la metástasis”, defiende Celià-Terrassa. Para ello, sería necesario aplicar el tratamiento antes de la aparición de la metástasis.

Por ello, inciden en la necesidad de desarrollar ensayos clínicos que validen la posibilidad de utilizar tratamientos existentes para inhibir esta proteína en las células portadoras de TIM-3 antes y después de la cirugía. “El estudio nos abre un mecanismo y diana específica para atacar la metástasis en el momento de la micrometástasis en cáncer de mama antes de que pueda ser detectada”, añade el doctor Joan Albanell, jefe del Servicio de Oncología del Hospital del Mar, en un comunicado. “Bloquear TIM-3 nos puede permitir conseguirlo, pero todavía falta mucha investigación en ensayos clínicos con el diseño apropiado para llegar allí”.