Un estudio en ratones muestra que la leche de camello suprime los síntomas del asma alérgico

Este nutriente puede reducir la hiperreactividad de las vías respiratorias y la inflamación pulmonar en casos de asma

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Un camello en el desierto
Un camello en el desierto (Pexels)

La leche de camello podría tener un efecto sorprendente para las personas con asma alérgica. Según un estudio del Instituto de Mecánica e Ingeniería Joldasbekov de Kazajistán, la ingesta de este líquido puede reducir la hiperreactividad de las vías respiratorias, la inflamación pulmonar y la expresión de citocinas Th2 en un ratones con asma alérgica.

Los resultados del artículo, que ya ha sido publicado en la revista PLOS One, mostraron que los ratones tratados presentaron menores recuentos de células inflamatorias y disminución de la quimiocina CCL17 y de células dendríticas CD11b+ en el tejido pulmonar. Además, se observaron reducciones en las poblaciones de células Th2 y Th17, mientras que las células Th1 y las células T reguladoras permanecieron sin cambios.

El asma afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo y se caracteriza por la inflamación crónica de las vías respiratorias e hiperreactividad bronquial. En las últimas décadas, el aumento de la prevalencia de esta enfermedad se ha vinculado a cambios en el estilo de vida, menor exposición a ambientes rurales y modificaciones en la dieta.

Leche de camello y ácaros domésticos

Aunque el estudio atribuye a la leche de camello propiedades inmunomoduladoras y antiinflamatorias, hasta ahora no existían estudios que analizaran de forma directa su efecto sobre las vías inmunitarias celulares implicadas en el asma alérgica. Para abordar esta cuestión, los autores diseñaron un experimento con 30 ratones BALB/c de 8 a 10 semanas, mantenidos en condiciones libres de patógenos y divididos en tres grupos: control, sensibilizados con ácaros del polvo doméstico y tratados con leche de camello. Cada grupo incluyó cinco animales en dos repeticiones del experimento.

La sensibilización se realizó mediante administración intranasal de extracto de ácaros cinco veces por semana durante tres semanas, seguida de un reto intranasal de baja dosis. La leche de camello, procedente de dromedarios de la región de Almaty, se administró por vía oral a razón de 0,5 ml cinco veces por semana, comenzando un día antes de la sensibilización.

La hiperreactividad de las vías respiratorias se midió con un ventilador FlexiVent tras el desafío con metacolina. Se analizaron el líquido de lavado broncoalveolar y el tejido pulmonar para cuantificar células inflamatorias y niveles de citocinas. Los ratones expuestos a alérgenos y tratados con leche de camello mostraron una reducción de la hiperreactividad bronquial tras el desafío con metacolina. Los recuentos de células inflamatorias en el lavado broncoalveolar fueron significativamente menores en el grupo tratado, incluyendo descensos en eosinófilos, macrófagos, linfocitos y neutrófilos.

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En los homogenados pulmonares, la concentración de la quimiocina CCL17 disminuyó en los ratones que recibieron leche de camello, mientras que los niveles de CCL20, CCL22 e IL-33 no presentaron diferencias respecto al grupo sensibilizado no tratado. El análisis por citometría de flujo reveló una menor proporción de células dendríticas convencionales CD11b+ en los pulmones de los animales tratados.

El recuento de células Th2 y Th17 también se redujo tras la administración de leche de camello, mientras que las células Th1 y T reguladoras no mostraron variaciones relevantes. Tras la reestimulación in vitro de células pulmonares con extracto de ácaros, los niveles de citocinas IL-4, IL-5 e IL-13 se suprimieron en las muestras tratadas, sin observarse reducción en IL-17A. El análisis de homogenados pulmonares confirmó la disminución de IL-5 e IL-13 en el grupo que recibió leche de camello.