Una corredora embarazada es atacada por dos perros pastores: “Estaba gritando a pleno pulmón”

Durante una tranquila mañana del pasado 23 de junio, Nathalie Leblanc, de 28 años y embarazada de cinco meses, salió a correr por un sendero comunal en Saint‑Dalmas‑le‑Selvage, en los Alpes‑Marítimos. A primera hora, cuando el sol apenas asomaba, ella inició su rutina habitual sin prever que le esperaba un episodio terrorífico.

A unos dos kilómetros del inicio del recorrido, Nathalie se detuvo ante la presencia de un rebaño y lo que parecía ser un perro pastor, utilizado para proteger ovejas. Decidió dar media vuelta, pero en ese instante dos perros emergieron de forma repentina de entre la maleza. En pocos segundos, comenzaron a atacarla sin que ella pudiera reaccionar.

El primer perro la mordió en la pierna y la hizo caer, mientras que el segundo la atacó en el brazo. “Estaba gritando a pleno pulmón, me protegía la cabeza y la nuca... ¡Casi sentí que me iban a arrancar el cuello!”, relató la víctima. La agresión duró apenas un minuto, pero que se hizo eterno para ella, antes de que los animales se dispersaran. Nathalie, herida y con la ropa destrozada, consiguió alejarse un kilómetro usando un palo y piedras para detener a uno de los perros más persistentes. Finalmente, llegó al pueblo cubierta de sangre y con varias mordeduras en brazos y hombros.

Pocas horas después del ataque, Nathalie y su pareja formalizaron una denuncia ante la gendarmería de Saint‑Sauveur‑sur‑Tinée. Su abogado ha solicitado que los dos perros sean sacrificados, argumentando que han perdido la capacidad de distinguir entre una amenaza real y una persona inocente, y que, por tanto, representan un peligro para otros ciudadanos que transiten la zona. “Podrían atacar de nuevo, y la próxima víctima no tendrá la misma suerte”, añadió.

Por su parte, la propietaria de los animales, una pastora de la zona, niega cualquier responsabilidad. A través de su representante legal, ha declarado que se trata de una zona de pastoreo tradicional donde el uso de perros de guarda está autorizado por ley y ha insistido en que “su clienta no tiene culpa penal alguna”, puesto que los animales estaban cumpliendo su función de vigilancia del rebaño conforme a la normativa vigente sobre protección ganadera.

Los ataques de perros en Francia y otros países europeos están regulados por normativas específicas que definen cuándo un animal puede ser considerado peligroso y retirado, e incluso sacrificado. Para que se ordene el sacrificio de un perro, deben cumplirse ciertos criterios.

Primero, el perro es sometido a una observación veterinaria obligatoria durante al menos 15 días, en la que se evalúa si representa un riesgo para la salud pública. Además, se consideran antecedentes de agresividad, la gravedad del ataque, el contexto en que ocurrió y si el dueño tiene capacidad para controlarlo de forma segura.

Cuanto más graves sean las heridas provocadas, más posibilidades existen de que se ordene la eutanasia del animal. También influye si el perro ya había mostrado un comportamiento violento anteriormente. En casos extremos, las autoridades locales o un juez pueden tomar la decisión final por motivos de seguridad ciudadana.

En este caso concreto, será la prefectura la que determine el futuro de los perros tras revisar los informes veterinarios, las declaraciones de la víctima y los argumentos de ambas partes. Mientras tanto, los animales permanecen bajo control.