Basura, colchones fuera de su sitio e incluso heces: así se encuentran las ‘kellys’ las habitaciones de hotel que limpian en verano: “Es un turismo de borrachera”

Las camareras de piso, que adecentan entre 35 y 40 habitaciones al día, denuncian las precarias condiciones laborales que sufren y vuelven a reclamar al Gobierno que se les reconozca el derecho a una jubilación anticipada

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Imagen de la suciedad y
Imagen de la suciedad y desorden en una habitación de hotel. (Cedida a Infobae)

El verano marca el comienzo de las vacaciones para millones de personas, mientras que para sectores como la hostelería inicia la etapa de máxima actividad y, más en concreto, para las camareras de piso, que deben limpiar entre 35 y 40 habitaciones en solo ocho horas de trabajo. Hartas de las jornadas extenuantes y salarios bajos, entre otras condiciones precarias, vuelven a reclamar al Gobierno que se consideren sus enfermedades laborales y se les reconozca el derecho a una jubilación “digna y anticipada, tal y como se contempla para otras profesiones consideradas “penosas, tóxicas o peligrosas” como toreros y artistas, entre otras.

“Es vergonzoso que los toreros y banderilleros se puedan jubilar a los 55 años, mientras a las camareras de piso, que en un 80% de los casos se automedica para soportar la carga de trabajo, nos dejan fuera de esa lista [de profesiones peligrosas]. Lo hemos denunciado en Europa y en el Congreso, donde los políticos siempre nos escuchan muy bien, pero después no hacen nada", señala a Infobae España Mar Jiménez, quien tiene reconocida la incapacidad por enfermedad común desde los 62 años debido a las secuelas físicas provocadas tras 35 años como limpiadora en diferentes hoteles en Madrid. Y es que para poder cumplir con su trabajo diario, la mayoría de las camareras de piso, conocidas como las ‘kellys’ -que proviene de “las que limpian”- recurren a medicamentos para aliviar los dolores y continuar su jornada.

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Jiménez recuerda que llevan más de una década pidiendo que sean los hoteles quienes las contraten para limitar las externalizaciones, así como exigen regirse por el convenio de hostelería, que les brindaría unas mejores condiciones laborales. “Las empresas que en la actualidad hacen los contratos son de servicio y se acogen al convenio de limpieza, ni siquiera al de hostelería, lo cual es ilegal y el salario, además, es menor”, señala. “Si somos el 33% del trabajo estructural de un hotel, que nos contrate el hotel”.

La temporada estival supone un reto añadido para estas profesionales por el aumento significativo del turismo de fiesta, lo que se traduce en habitaciones más descuidadas por parte de los huéspedes que incluyen basura, restos de comida, colchones fuera de su sitio y en algunos casos incluso heces. “Es un turismo de borrachera. La gente en verano va de fiesta a pasárselo bien y les da igual si vomitan en el lavabo o en la ducha. Hay clientes que antes de dejar el hotel han cagado en el suelo. Tenemos fotos que da vergüenza enseñar”, resume indignada.

En los primeros cuatro meses del año España ya batió un nuevo récord de turismo al alcanzar los 25,6 millones de viajeros, un 7,1 % más en comparación con el mismo periodo de 2024, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), y si este ritmo continúa, 2025 podrá cerrar con 98 millones de turistas, un 4% más que el año pasado, que podrían gastar en torno a los 135.800 millones de euros, de acuerdo a las estimaciones de un informe elaborado por OBS Business School.

Varias camareras de piso almuerzan
Varias camareras de piso almuerzan en un cuarto de limpieza. (Cedida a Infobae)

Problemas de salud y envejecimiento acelerado

El Instituto de las Mujeres también ha denunciado en varias ocasiones las duras condiciones de trabajo de estas profesionales, pues prácticamente en todas las tareas que desempeña se identifican posturas forzadas como factor de riesgo ergonómico y problemas de tensión y estrés como consecuencia del ritmo de trabajo, además de "problemas en las vías respiratorias a causa de los productos utilizados y un envejecimiento acelerado". Según algunos estudios, el 66% de las camareras de piso sufre molestias en la zona dorsal-lumbar de la espalda, mientras que el 50% padece dolores en hombros, brazos y cuello y casi la mitad tiene molestias en antebrazos, muñecas, manos, piernas y pies, que aumentan significativamente con la edad.

La presidenta del PP balear, Marga Prohens, se ha reafirmado en las polémicas declaraciones que realizó sobre las kellys y las camas elevables y sobre su demanda de una menor carga de trabajo y el reconocimiento de bajas laborales. (Fuente: Congreso)

De hecho, debido a esos contratos laborales marcados por la “precariedad y la temporalidad”, explica Jiménez, ya hay hoteles de zonas especialmente turísticas donde han tenido dificultades para encontrar personal que realice estas labores de limpieza y, según advierte, “si las condiciones no cambian, cada vez les va a resultar más difícil”, ya que mientras los salarios se mantienen bajos, el precio de los alquileres no deja de aumentar y “así es imposible trabajar”.

“No entiendo cómo en la hostelería, siendo una de las patas principales de este país, sigue habiendo condiciones tan precarias, porque aunque ahora hay contratos indefinidos en lugar de obra y servicio, hemos perdido dinero”, asegura, en referencia a que antes su trabajo estaba regulado por el convenio de hostelería y ahora a menudo están contratadas por empresas externas que se acogen al convenio de limpieza, lo que implica peores condiciones y sueldos más bajos. También recuerda que muchas de las camareras de piso son migrantes y que “ellas también se han hartado” de la precariedad del sector, por lo que prefieren dedicarse a otros como dependientas, cajeras o ayuda a domicilio, “porque así al menos tienen un poco más de salud”.

Jiménez destaca que llevan 11 años reclamando que sean los hoteles quienes las contraten para limitar las externalizaciones, ya que al representar un tercio del trabajo estructural de estas empresas, “deberían ser ellos quienes contraten directamente”. Desde la Coordinadora nacional de las ‘kellys’ también indican que solo el 5% de ellas llegan en activo a la jubilación actual, mientras que el resto enlazan bajas por enfermedades o dejan de trabajar por imposibilidad física o psíquica, aumentando así la feminización de la pobreza.

Imagen de otra habitación en
Imagen de otra habitación en un hotel. (Cedida a Infobae)

Se concentrarán el 25 de agosto en Barcelona

El próximo 25 de agosto, coincidiendo que se cumplen 11 años desde que se unieron como colectivo, las ‘kellys’ se concentrarán en Barcelona para seguir reclamando mejoras en sus condiciones laborales y aseguran que seguirán realizando distintas acciones y movilizaciones para visibilizar sus reclamos ante empresas y administraciones hasta lograr avances significativos en aspectos como la carga de trabajo, la estabilidad en el empleo y la remuneración.