Fertilo, el tratamiento de fertilidad que madura los óvulos en el laboratorio: “Se reduce la exposición a las terapias hormonales”

El doctor Pluvio Coronado detalla para ‘Infobae España’ que mediante la técnica de maduración de ovocitos in vitro se crea un entorno artificial que simula las condiciones naturales del ovario

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Tratamiento de fertilidad (Shutterstock)
Tratamiento de fertilidad (Shutterstock)

Una de cada seis personas en España es infértil. Es decir, cerca de 700.000 parejas intentan concebir un hijo y no son capaces. Sin embargo, la prevalencia podría estar infradiagnosticada ya sea por la dificultad para acceder a las pruebas de fertilidad o porque las parejas retrasan la intervención médica. A estos factores se les suma otro también pesado: el tabú de la infertilidad.

La inseminación artificial (AI), la fertilización in vitro (FIV), la ovodonación o la congelación de gametos o embriones son algunas de las principales técnicas de reproducción asistida. Actualmente, la tasa de éxito de la FIV de embarazo mensual por ciclo ronda el 55-65 % y la acumulada a cinco ciclos es aproximadamente del 75 %. Por ello, es también la más usada.

La creciente tasa de infertilidad en todo el mundo está empujando el desarrollo de nuevos tratamientos que permitan a quienes deseen ser padres que puedan concebir. Uno de ellos es Fertilo, aún en fase clínica pero que ha captado la atención de la comunidad científica por las ventajas que presenta frente a la FIV.

Fertilo es el nombre comercial de la técnica que ha diseñado la empresa biotecnológica Gameto, cuyo nombre oficial es “maduración de ovocitos in vitro”. “Consiste en extraer los ovocitos aún inmaduros (ahora se deben extraer maduros y para ello se precisan tratamientos hormonales) para completar su desarrollo en el laboratorio”, explica a Infobae España el profesor Pluvio Coronado, académico correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME).

El también jefe de la Sección de Ginecología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia aclara que “in vitro se unen a unas células denominadas engineered ovarian support cells que actúan como un entorno artificial que simula las condiciones naturales del ovario, fomentando la maduración adecuada de los óvulos".

En diciembre del año pasado, nacía en Lima (Perú) el primer bebé del mundo concebido con la técnica de maduración in vitro de ovocitos. En una nota de prensa, la doctora Dina Radenkovic, directora ejecutiva y cofundadora de Gameto, celebraba este nacimiento como “un punto de inflexión en la salud reproductiva”.

“A diferencia de la fecundación in vitro tradicional, Fertilo reduce la necesidad de ciclos de tratamiento largos y el uso de hormonas, ofreciendo una opción más rápida, segura y accesible para las mujeres que buscan tener hijos”, detalla el ginecólogo. De esta manera, dicho sistema replica la manera natural de maduración ovocitaria pero disminuyendo la exposición de la mujer a los tratamientos hormonales.

Una tendencia de infertilidad global

Una mujer en la consulta
Una mujer en la consulta de ginecología (Shutterstock)

La elevada tasa de infertilidad no es solo una cuestión de España, pues se encuentra al alza a nivel mundial tanto en hombres como en mujeres. Aunque a rasgos generales podríamos decir que la infertilidad afecta igual a ambos géneros por igual, “la proporción de mujeres se hace mayor conforme se avanza en la edad”.

“En ellos se observa una progresiva reducción en calidad espermática posiblemente relacionada con varios factores como la exposición a disruptores endocrinos, la obesidad y el consumo de tóxicos como tabaco”, explica el doctor Coronado.

En ellas, el factor más relevante de la infertilidad es el retraso en la maternidad, “lo que reduce la respuesta ovárica y la calidad ovocitaria”. No obstante, quien también es profesor titular de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Complutense de Madrid aclara que “se suman también otros factores como la obesidad, el consumo de alcohol, el tabaquismo, el estrés y la exposición ambiental a tóxicos y contaminantes”.

La directora de la clínica de reproducción asistida Ginemed Madrid, María José Martínez Cañavate, ha explicado que en la actualidad "la media de pacientes en un centro privado de fertilidad es casi 38-39 años", lo que refleja un significativo retraso en la edad de ser madre, que hace dos décadas se situaba en torno a los 35-36 años. "La incorporación de la mujer en la vida laboral y los nuevos modelos de familia han hecho que vayamos retrasando cada vez más la maternidad", ha señalado.

La infertilidad no solo daña la salud reproductiva, sino también la salud mental. Según el doctor, la infertilidad puede generar insomnio, ansiedad, depresión hasta en un 21-54% de las mujeres, baja autoestima y crear problemas en la pareja. “A esto se le suma la carga financiera por el coste de las técnicas de reproducción asistida, un estrés emocional prolongado y un impacto en la salud derivado de los tratamientos hormonales, sobre todo a nivel cardiovascular”, concluye.