Cáncer de oído: causas, síntomas y tratamiento

Un dolor persistente, sangrado, inflamación o secreción son algunos de los primeros síntomas de alarma

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Consulta de otorrinolaringología (Pexels)
Consulta de otorrinolaringología (Pexels)

El cáncer de oído es una enfermedad rara dada su bajísima prevalencia. De hecho, se estima que tan solo lo padecerán entre una y dos personas por cada millón, según los profesionales de Top Doctors. El grupo de población que presenta más riesgo se sitúa en torno a los 55 años.

El oído humano se compone de una parte externa, conocida como oreja o auricular, un canal auditivo que conduce el sonido hacia el interior y el tímpano. El canal auditivo se sitúa frente a las glándulas salivales y la articulación temporomandibular, mientras que la zona inferior del oído se encuentra próxima a la vena yugular y al nervio facial, responsable del control de los músculos de la expresión facial.

En cuanto a los tumores, se distinguen entre cancerosos y no cancerosos. Los no cancerosos incluyen quistes de inclusión epidérmica, osteomas, exóstosis y queloides. Entre los tumores malignos, el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas son frecuentes en el oído externo tras una exposición solar prolongada. Asimismo, el melanoma también puede presentarse en esta localización.

El pronóstico del cáncer de oído depende de la localización y el tipo de tumor. Los tumores malignos tienden a propagarse hacia áreas linfáticas con mayor frecuencia que en otras regiones del oído. Aquellos que se desarrollan en la parte externa o cartilaginosa invaden las paredes del cartílago y pueden extenderse hacia zonas óseas. En contraste, los tumores originados en áreas óseas encuentran una barrera natural que limita su expansión fuera del área, aunque pueden progresar a través del hueso del canal auditivo, invadiendo el oído medio y el cartílago. En los casos más avanzados, puede ser necesaria la extirpación de una parte o de la totalidad del oído externo.

El dolor persistente en el oído durante más de cuatro semanas constituye uno de los principales indicadores de cáncer de oído. Si este dolor se acompaña de sangrado, se considera un signo temprano de la enfermedad. La secreción, la inflamación detrás del oído, la pérdida de audición y la parálisis facial pueden indicar un estado avanzado, aunque también pueden deberse a otras patologías.

Las causas del cáncer de oído son diversas. Entre los factores de riesgo se encuentran haber recibido tratamientos que dañaron el oído antes de los cuatro años, antecedentes de problemas auditivos, exposición a dosis elevadas de carboplatino o cisplatino, combinación de tratamientos como cisplatino y radioterapia, infecciones, cirugías o tumores previos en el cerebro, oído o nervio auditivo, así como problemas renales tratados con fármacos ototóxicos.

Llega a España el tratamiento de inmunoterapia contra el cáncer que se administra con una inyección en solo 7 minutos.

Diagnóstico y tratamiento del cáncer de oído

El diagnóstico de cáncer de oído resulta complejo, ya que los síntomas como el hormigueo, la secreción o el dolor pueden confundirse con infecciones u otras afecciones no relacionadas con el cáncer. Si los síntomas persisten pese al uso de medicamentos y antibióticos, se considera una señal de alarma. La presencia de líquido en el oído y el dolor son habituales en los casos confirmados.

El abordaje terapéutico varía según la localización del tumor. Para el cáncer de oído externo, las opciones incluyen cirugía micrográfica de Mohs, supresión local, biopsia de supresión, cirugía de ganglio linfático, otoplastia o cirugía reconstructiva y radioterapia. En el caso del cáncer del oído medio e interno, el tratamiento puede requerir cirugía, quimioterapia y radioterapia.