“Borrosas y mal encuadradas”: una pareja denuncia al fotógrafo de su boda por un servicio de “mala calidad” por el que pagaron 3.200 dólares

La boda de Patrick Brown y Cheryl Carley, que se dieron el “sí, quiero” el 12 de diciembre de 2023, debería haber sido uno de los momentos más bonitos de sus vidas; sin embargo, el dulce recuerdo ha quedado parcialmente emborronado por el servicio realizado por el fotógrafo que contrataron para su enlace.

La pareja, residente en los suburbios de Nueva York, decidió a mediados de junio presentar una denunciar contra el fotógrafo profesional por, según aseguran, haber estropeado las fotografías de la ceremonia, tal y como revela el medio británico The Independent. En la denuncia del pasado 13 de junio de 2025, a la que tuvo acceso el citado periódico, Brown y Carley aseguran que las imágenes estaban “borrosas y mal encuadradas”.

“Tuvimos que depender de nuestras familias e invitados para conseguir fotos decentes”, explican los novios. “Si hubiéramos sabido que tomarían mejores fotos que este chico, nunca lo habríamos contratado. Las fotos de nuestros seres queridos son diez veces mejores que las suyas. Ha sido una decepción enorme”.

Además, tal y como señala el matrimonio, el fotógrafo incluso pidió “orientación de los invitados” y de ellos mismos “sobre cómo tomar fotografías adecuadas”. De esta manera, la pareja estadounidense lo ha demandado por incumplimiento de contrato, ya que, según aseguran, no cumplió con el servicio por el que habían pagado 3.200 dólares (aproximadamente 2.700 euros).

Brown y Carley habían acordado tener algunas fotografías específicas del enlace. Sin embargo, explican que el profesional contratado se perdió algunos de los momentos más importantes de la ceremonia. Así, los novios no obtuvieron instantáneas del corte del pastel, de la pareja con los testigos, de la novia con sus damas de honor o fotografías espontáneas de los invitados, todas ellas pactadas de antemano.

Cuando el matrimonio decidió contratar sus servicios lo hizo porque, en primer lugar, el gasto sería intermedio, “entre el nivel más bajo y el más alto”. Además, el trato recibido antes de la boda había sido excelente: " Se mostró encantador, atento, mostró iniciativa y seguimiento: ‘Oye, hagamos esto, hagamos aquello’; todo lo que uno quiere oír". Sin embargo, ahora se arrepiente de su decisión y animan a otros a investigar bien sobre la trayectoria y la calidad del trabajo del fotógrafo que van a contratar para este tipo de eventos tan importantes: “Esto solo se hace una vez. Es una lástima que hayamos tenido que aprenderlo a las malas”, explicó Brown a The Independent.

Según narran los afectados, una vez le expresaron su enfado y preocupaciones al fotógrafo, este empezó a mostrarse “indiferente, beligerante e irrespetuoso”. Además, informó a los novios de que “cesaría toda comunicación” y que les entregaría las fotografías que habían seleccionado en un plazo de 10 a 12 meses.

Ante esta situación, Brown y Carley tomaron la decisión de presentar una denuncia: “No importa lo doloroso que sea ni lo que nos cueste, tenemos que llevar a este tipo a los tribunales”. Ahora los novios reclaman al fotógrafo la devolución de los 3.200 dólares que pagaron por el servicio, así como una serie de intereses y los costes judiciales.