¿Por qué nos gustamos más en el espejo que en las fotos? La psicología lo aclara

El principio de familiaridad hace que nos veamos mejor en el espejo que en las cámaras

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Una mujer se saca una
Una mujer se saca una foto frente al espejo. (Pexels)

El uso cada vez más extendido de las redes sociales ha hecho que seamos más conscientes de nuestro aspecto físico. Maquillaje, peinado, ropa, accesorios... cada detalle debe ser perfecto antes de enfrentarse a una cámara. Preparados ante el espejo, nos sentimos bien, guapos, reconocibles. Y entonces llega la foto. Ya sea con la lente frontal o la trasera del teléfono, hay algo que no encaja: la ropa ya no queda tan bien, el peinado parece descuadrado y, por alguna razón, las expresiones faciales se hacen extrañas.

Detrás de este fenómeno hay una explicación, según el fotógrafo italiano Jobillari (@jobillari). El joven ha respondido en un reciente vídeo de TikTok a la pregunta de “¿por qué cuando te miras al espejo te gustas mucho más que cuando te sacan una foto?“.

Según explica en su publicación “una de las principales razones es un efecto psicológico llamado 'mera exposición‘“. Este efecto psicológico descubierto por el estadounidense Robert Boleslaw Zanjoc explica que ”tendemos a que nos gusten más las cosas a las que estamos más acostumbrados o que vemos con más frecuencia", dice Jobillari. Por este motivo, también se le conoce como principio de familiaridad.

Jobillari en su vídeo de
Jobillari en su vídeo de TikTok. (@Jobillari/TikTok)

El fotógrafo italiano muestra este efecto con una foto de la cantante albanesa Dua Lipa. “Cuando vemos la cara de una chica guapa, estamos acostumbrados a verla de una determinada manera y con cierta simetría. Si la imagen se invierte como en un espejo, nos parece diferente o menos atractiva, porque ya no reconocemos esa familiaridad que teníamos antes“, dice en su vídeo. El mismo efecto ocurre con nosotros mismos: ”Desde siempre nos hemos acostumbrado a vernos en el espejo de cierta forma, así que cuando vemos una foto, nos parecemos completamente distintos", añade.

La importancia de la lente: “Cada foto tiene una distorsión”

No es solo la familiaridad del espejo, asegura Jollibari, sino el tipo de cámara y lente que se utilice. “Hay que recordar que cada foto tiene una distorsión diferente y, como muestra este gráfico, son muchas y variadas“, comenta el fotógrafo.

Cada cámara tiene un ángulo focal distinto, que altera la imagen de una manera u otra, dando un resultado poco fiel a la realidad. No será lo mismo una selfie tomada con un objetivo gran angular, que pueda alargar la nariz o inflar las mejillas, que con otro tipo de foco. En el resultado influirá también el ángulo desde el que se tome la foto, la distancia a la cámara y la iluminación del momento.

¿Soy el de la foto o el del espejo?

Ante estas distorsiones y diferencias en la percepción humana, cabe preguntarse a quién se parece uno más: ¿a la cámara o al espejo? Para Jollibari, la respuesta es clara: “La gente está acostumbrada a vernos como nos muestra el espejo”, pero hay matices a esta respuesta. Según Qoves Studio, la percepción de nosotros mismos también cambia por el estado de ánimo del momento. Los días de baja autoestima o inseguridad nos hacen fijarnos en defectos que en otros momentos no notamos, y comparar nuestras imágenes con las de celebridades o personas atractivas puede hacernos sentir menos conformes con nuestra apariencia.

Ni el espejo y la cámara representan la totalidad de cómo somos percibidos en la vida real. “Si tenemos un estado emocional neutro, parece que una foto de muy alta calidad, con buena iluminación y expresión facial neutra, representa con precisión cómo te ves en la vida real”, concluyen.