Una trabajadora aprovecha que su jefe está enfermo para coger 18.000 euros de la cuenta de unos clientes e ingresarlos en la suya: evitó la prisión

La trabajadora aprovechó la confianza y el acceso que su jefe le concedió, porque estuvo ausente durante varios meses por motivos de salud, para ejecutar una acción sistemática de desvío de fondos

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Una trabajadora de una agencia
Una trabajadora de una agencia de servicios administrativos aprovecha que su jefe está enfermo para coger 18.000 euros de la cuenta de unos clientes e ingresarlos en la suya. (Montaje Infobae/Canva)

Una empleada de una agencia de servicios administrativos en Palma de Mallorca ha sido condenada a un año y nueve meses de prisión por sustraer 18.000 euros de cuentas de clientes y transferirlos a sus propias cuentas bancarias durante la ausencia de su jefe, que estaba enfermo.

El caso, juzgado en el Juzgado de lo Penal número 2 de Palma, destapó una trama de apropiación indebida dentro de una oficina de Servicios Administrativos en la isla. La trabajadora aprovechó la confianza y el acceso que su jefe le concedió, porque estuvo ausente durante varios meses por motivos de salud, para ejecutar una acción sistemática de desvío de fondos. Entre 2016 y 2022, la acusada utilizó los recursos y los sistemas informáticos de la empresa para realizar transferencias no autorizadas desde los fondos de al menos 25 cuentas de clientes hacia dos cuentas bancarias de su propiedad.

Una relación de confianza permitió el fraude

Las investigaciones revelaron que la mujer actuó sin levantar sospechas, ya que mantenía una estrecha relación de confianza tanto con el propietario de la agencia como con los clientes. Dicha confianza le permitió gestionar los accesos a documentos, archivos, registros y aplicaciones bancarias de la oficina.

Así, la empleada aprovechó el periodo en que el titular del negocio no podía supervisar las operaciones para operar sin control ni restricciones. Según los datos presentados durante el juicio, recogidos por SFP Versilia, la empleada modificó los IBAN (International Bank Account Number) de las cuentas afectadas e introdujo los suyos en el sistema para redirigir las transferencias electrónicas.

La cantidad defraudada asciende a un total de 18.000 euros, tal y como indica el informe judicial. La magistrada consideró la atenuante de reparación del daño cuando, antes de la celebración del juicio, la acusada entregó 12.000 euros al principal perjudicado. Esta restitución parcial del dinero fue clave para que la pena de prisión se suspendiera, siempre y cuando la mujer continuara abonando el resto de la suma apropiada.

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El regreso del jefe, titular de la agencia, destapó la trama de desvío de fondos

En la evaluación del caso, el tribunal subrayó la gravedad de la conducta llevada a cabo en el interior de una oficina cuyo propósito era la gestión y administración de trámites económicos y financieros de terceros. Según la sentencia, la empleada, con pleno acceso a las plataformas y herramientas de la empresa, aprovechó la situación de vulnerabilidad generada por la enfermedad del propietario para cometer los hechos.

El caso alcanzó a un total de 25 clientes de la agencia, quienes sufrieron descuentos irregulares de sus cuentas corrientes. Fue el regreso del titular de la firma a la gestión diaria lo que permitió detectar inconsistencias en los balances y movimientos, lo que derivó en una auditoría interna que evidenció la alteración de los datos bancarios y el desvío de las sumas.

A raíz de la denuncia, las investigaciones policiales y judiciales confirmaron el uso indebido de los datos bancarios de los clientes y la transferencia de los fondos a las cuentas personales de la trabajadora. El proceso penal concluyó con un acuerdo en el que la acusada reconoció los hechos y se mostró dispuesta a devolver las cantidades restantes para evitar la entrada en prisión.