Por qué es importante cambiar las toallas a menudo, según un farmacéutico: “Son un refugio para microorganismos causantes de enfermedades”

Lavar las toallas a más de 60 grados, secarlas completamente o desinfectarlas ocasionalmente son algunas de las medidas para prevenir infecciones

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Toallas de baño (AdobeStock)
Toallas de baño (AdobeStock)

Desde el inodoro al fregadero, pasando por los juguetes y los pomos de las puertas, nuestras casas son el hábitat perfecto para la proliferación de los gérmenes. Por ello, mantener la casa limpia no solo consiste en eliminar el polvo y la suciedad, sino también en desinfectar las superficies.

Más allá de los típicos lugares donde uno puede pensar que se acumulan las bacterias, existe otro que no debe pasarse por alto: las toallas de baño. La humedad que queda en ellas puede ser el hogar ideal para la multiplicación de los microorganismos hasta el punto de sobrepasar nuestro sistema inmunitario y poner en peligro nuestra salud.

El farmacéutico Álvaro Fernández, a través de su cuenta de TikTok (@farmacéuticofernández) donde acumula 3,7 millones de seguidores, explica que “las toallas de baño y los trapos de cocina son el refugio perfecto para microorganismos causantes de enfermedades gastrointestinales y de la piel”. Estos gérmenes pueden ser bacterias (como algunos tipos de E. coli), moho y hongos como el Staphylococcus aureus, que pueden causar irritaciones o infecciones.

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Arizona (Estados Unidos) y publicado en 2023 en la revista Scientific Reports recolectó 82 toallas de baño de diferentes casas para analizar los microorganismos presentes en ellas. Los investigadores descubrieron que el 89 % de ellas contenían bacterias que podían causar enfermedades leves; en el 25 % de las toallas había presencia de E. coli, que, aunque pueden ser inofensivas, algunas cepas provocan síntomas graves como vómitos, diarrea con sangre y cólicos abdominales.

Cada cuánto hay que lavar las toallas

La mejor medida preventiva para evitar las infecciones es lavarlas y secarlas bien. “Obviamente, cuanto más tiempo pasan sin lavar, más microorganismos pueden acumular”, asegura el farmacéutico Fernández. Así, la siguiente pregunta es casi obligada: ¿cada cuánto hay que cambiar las toallas? “La recomendación definitiva es cambiarlas cada 3 o 4 días, especialmente en verano”.

Otra recomendación del experto es “nunca compartir toalla, porque si uno de los dos tiene una infección (piojos o algo peor), la posibilidad de transmisión es un montón”, asegura.

A las bacterias problemáticas les gustan estas 3 regiones de la piel más que otras.

Además, se aconseja lavar las toallas a 60 grados o más, especialmente si las utilizan personas con la piel sensible o con problemas inmunológicos. Las altas temperaturas pueden eliminar eficazmente las bacterias, los hongos y los ácaros.

Después de cada uso, las toallas deben secarse completamente en un lugar bien ventilado o utilizando la secadora. Esto se debe a que la humedad persistente facilita la proliferación de los gérmenes y demás microorganismos.

Los expertos también recomiendan desinfectar ocasionalmente las toallas de baño. Para ello, se puede añadir una taza de vinagre blanco o bicarbonato durante el lavado para eliminar tanto los malos olores como las bacterias.

Finalmente, aunque se realice un mantenimiento óptimo de las toallas, lo ideal sería renovar las toallas cada uno o dos años, dependiendo del uso y la calidad de las mismas. Con el tiempo, las fibras pierden la capacidad de absorber y las bacterias se vuelven cada vez más difíciles de erradicar.