Un médico revela la señal de que una persona está cerca del final: “Le quedan menos de 23 horas”

El cuerpo comienza a mostrar señales en la última etapa de la vida y pueden ser especialmente visibles en personas mayores con enfermedades crónicas o en proceso de deterioro avanzado

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Un médico revela la señal
Un médico revela la señal de que una persona está cerca del final (Pexels)

En la etapa final de la vida, especialmente en personas mayores con enfermedades crónicas o en proceso de deterioro avanzado, el cuerpo comienza a mostrar señales que pueden resultar inquietantes para quienes acompañan. Aunque el paciente suele encontrarse inconsciente y sin dolor, los síntomas visibles generan preocupación en el entorno.

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En las unidades de cuidados paliativos, donde muchos ancianos pasan sus últimos días, el personal sanitario presta especial atención a estos signos para garantizar una despedida digna y serena. La doctora Paulien Moyaert, médica nuclear e investigadora especializada en demencia, ha explicado precisamente qué señales se pueden detectar en estas ocasiones, a través de su cuenta de YouTube.

“Los pacientes pierden su capacidad de tragar y limpiar secreciones orales”

“El ronquido es una señal de que la persona se acerca al final de su vida”, afirma la Dra. Paulien Moyaert, quien se ha especializado en acompañar el proceso de fallecimiento desde un enfoque clínico y humanizado. Según su experiencia, existe un signo corporal inequívoco que aparece al final del proceso vital: el estertor de muerte.

Un médico revela la señal
Un médico revela la señal de que una persona está cerca del final (Pexels)

Este fenómeno, también conocido como “ronquido terminal”, es un sonido característico que se produce en las últimas horas de vida. La médica lo describe así: “Una persona suele vivir durante 23 horas después de que el sonido comienza en cada respiración”. Ese enigma, detalla, se manifiesta a través de un sonido que puede parecer inquietante para los familiares: “La persona puede hacer un gemido, ronquidos o traqueteo”.

Este ruido se produce porque “tiene conciencia disminuida”, indica Moyaert. A medida que el cuerpo se apaga, “los pacientes pierden su capacidad de tragar y limpiar secreciones orales”. De esta manera, la acumulación de estas secreciones en la garganta genera un ruido que resulta particularmente angustiante para quienes lo presencian: “El pelo se mueve sobre este charco de secreciones dando lugar a una reproducción ruidosa”, explica.

Algunas personas, señala la doctora, interpretan erróneamente el fenómeno. “Algunas personas dicen que el estertor de muerte es el intento de los pulmones de respirar a través de una capa de saliva”. Sin embargo, recalca que esto no debe interpretarse como un signo de sufrimiento, “porque en este momento no responde y está profundamente dormido. Sin embargo, suena terrible”.

En algunos casos, los familiares pueden tener la impresión de que el paciente “se ahoga o se atraganta”. Ante esto, los equipos médicos suelen intervenir para aliviar la escena: “Es entonces cuando a menudo administramos fármacos para secar las vías y suavizar el enigma de la muerte, pero recuerda que cuando lo hacemos, no es por el moribundo. Es por la familia”, explica.

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Además de los fármacos, también se recurre a cambios posturales para reducir el ruido y evitar la acumulación de secreciones. “Reposicionar al paciente de forma que esté girado hacia su lado con la cabeza ligeramente elevada, también ayuda”, señala Moyaert. “Esto hace que sea menos probable que la secreción se quede en la parte posterior de la garganta”. Finalmente, al reconocer este sonido, los equipos de cuidados paliativos pueden ayudar a que los familiares se preparen para el desenlace.