
Arturo Pérez-Reverte, escritor, académico de la RAE y habitual voz crítica de la actualidad cultural ha vuelto a generar conversación en redes sociales. Esta vez ha sido con una publicación sencilla sobre sus costumbres con el fin de compartir cuál sería su recorrido perfecto en su visita a la ciudad de Sevilla. Nada de rutas ni paseos turísticos por los monumentos. Su propuesta sobre su plan ideal fue clara, “una percha con mi nombre, unos churros en San Pablo y un aperitivo en Las Piletas”, escribió este lunes en su cuenta de X (antes Twitter).
La frase, con una mezcla de ironía y cariño, ha captado la atención de los usuarios de esta red social. Pérez-Reverte traza un mapa muy personal de la ciudad, alejado de los elementos típicos y centrado en lo esencial para él, el desayuno, la conversación, el vermú y el sentido de pertenencia.
Una percha como declaración de amor cotidiano

En este pequeño capítulo dentro de su publicación, Pérez-Reverte se refiere a una percha con su nombre, una especie de homenaje discreto en un bar en el centro histórico de Sevilla donde pudiera dejar su sombrero. “Sigo colgando mi sombrero en el bar Stratos, y desde hace unos días, ya tengo dónde", publicó hace unos meses el escritor en sus redes.
Por ello, destaca que uno de sus hábitos con los que empezaría su día sería acudir a este bar por la calle Murillo hasta el número 24, Casco Antiguo del centro de Sevilla, y aprovechar para dejar allí su sombrero, precisamente en “su percha”. Este establecimiento, es precisamente famoso por sus tapas clásicas y su larga trayectoria desde que abrió sus puertas en 1970.
Churros en San Pablo: barrio, desayuno y autenticidad
El segundo punto del itinerario nos lleva al pleno centro de la ciudad hispalense para acudir a la churrería San Pablo. Allí, según el propio Reverte, es donde uno debe detenerse para desayunar unos buenos churros. Más de 60 años a sus espaldas, en numerosas ocasiones la denominan como la calentería con más “solera” de Sevilla. Al famoso escritor le basta con un local de barrio, y los famosos churros de rueda junto con una taza de leche caliente o chocolate espeso en el bar mencionado anteriormente para acompañar los churros y, quizá, la prensa del día. Esa escena sencilla le resulta más representativa de Sevilla que cualquier recorrido monumental.
‘Las Piletas’: aperitivo y vermú

El paseo termina en Las Piletas, restaurante y bodega tradicional del centro sevillano. “... Y tomando un aperitivo en Las Piletas”, finaliza el hilo en el que ha acompañado cada frase con una foto representativa del propio lugar. En este caso, la instantánea elegida ha sido una en la que se muestra el negocio por dentro, un bar con rasgos taurinos en los que, según Pérez-Reverte, es su lugar favorito donde disfrutar de un vermú previo a la comida.
Los pequeños detalles cotidianos de Sevilla
Con estos tres gestos, la percha, los churros y el vermú, Pérez-Reverte no sólo comparte su ruta perfecta e ideal cotidiana por Sevilla, sino también su forma de entender una ciudad. En este mensaje publicado en sus redes, el escritor habla de una la ciudad que no necesita grandes monumentos, a pesar de teneros, ya que sostiene su discurso centrándose en los pequeños detalles en lo cotidiano.
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