Cuál es el efecto del alcohol en el hígado

El hígado es el órgano vital encargado de procesar el alcohol para eliminarlo del cuerpo

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Un grupo de personas bebienda
Un grupo de personas bebienda cerveza en un establecimiento. (Shutterstock España)

Entre todos los efectos negativos que provoca el alcohol en nuestro organismo, el que tiene en el hígado es quizá el más conocido. Este órgano vital es el encargado de filtrar la sangre, eliminar las toxinas, producir proteínas esenciales, almacenar energía y facilitar la digestión. Y, al mismo tiempo, es el órgano que asume la mayor carga cuando se consume alcohol.

Según explica el doctor Geoffrey Block, hepatólogo de la Universidad de Arizona (Estados Unidos), el hígado procesa el alcohol para eliminarlo del cuerpo. Sin embargo, el consumo excesivo y sostenido puede sobrecargar este órgano, provocando inflamación y daño celular.

Beber alcohol puede causar inflamación del hígado, agrandarlo y hacer que se acumule grasa en las células del hígado. Esos procesos hacen que las células del hígado mueran más rápidamente y provocan cicatrices (fibrosis). La cicatrización cambia la función hepática y aumenta la presión arterial en el hígado. Con el tiempo, su hígado puede fallar”, explica el doctor Block. Si no se controla, añade, este proceso puede avanzar hasta causar insuficiencia hepática.

De acuerdo con los profesionales de la Clínica Mayo, la insuficiencia hepática aguda es la pérdida rápida de la funcionalidad del hígado. “Según la causa, la insuficiencia hepática aguda a veces se puede revertir con tratamiento. Sin embargo, en muchas situaciones, un trasplante de hígado puede ser la única cura”.

Las enfermedades vinculadas

El daño hepático inducido por el alcohol no ocurre de un día para otro, ya que es progresivo y, en muchos casos, silencioso. Entre las principales afecciones vinculadas al consumo se encuentran las siguientes:

  • Enfermedad del hígado graso alcohólico: se produce cuando se acumula grasa en el hígado. Es reversible si se detecta a tiempo y se modifican los hábitos.
  • Hepatitis alcohólica: una inflamación hepática que puede causar ictericia, dolor abdominal y náuseas. Requiere atención médica inmediata.
  • Cirrosis: la forma más grave de daño hepático. El tejido cicatricial reemplaza al tejido sano y obstaculiza el funcionamiento del órgano. Puede derivar en insuficiencia hepática e incluso cáncer. “Se podría tener cirrosis sin síntomas hasta que el hígado falle”.
Cuál es el efecto del alcohol en el cerebro.

Síntomas de daño hepático

Al principio, el daño hepático puede ser imperceptible. Sin embargo, con el paso del tiempo ciertos signos se vuelven evidentes. Entre ellos, los más comunes son la fatiga persistente y la debilidad muscular; el dolor o hinchazón abdominal, especialmente en la parte superior derecha; ictericia, es decir, coloración amarillenta de la piel y los ojos; manchas rojas en el pecho, conocidas como angiomas en araña.

Otros síntomas propios del daño hepático también son la presencia de la orina oscura y vómitos con sangre o heces negras, síntomas que podrían indicar hemorragias internas; problemas digestivos, como pérdida de apetito, náuseas o vómitos; confusión o deterioro cognitivo, que pueden parecerse a síntomas de demencia.

A medida que aumenta la concentración de alcohol en sangre, sus efectos se intensifican. Así, el consumo en exceso puede provocar problemas en la coordinación motora y en el equilibrio, debido a su impacto en el cerebelo, la parte del cerebro encargada de estos procesos. Por esta razón, una persona ebria puede tener dificultades para caminar en línea recta o incluso mantenerse en pie.

Ante cualquiera de estas señales, es fundamental consultar a un profesional de la salud. Un examen médico puede evaluar la función hepática y determinar el grado de afectación.