Estos son los mitos y verdades sobre el limón durante el embarazo: efectos sobre la presión arterial, las náuseas y la hidratación

Indagamos en algunos mitos sobre los beneficios y riesgos del consumo de limón durante el embarazo

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Limones (Unsplash)
Limones (Unsplash)

Alimentarse de forma saludable siempre es importante, pero durante el embarazo se vuelve un pilar fundamental para garantizar el desarrollo del feto. Una dieta inadecuada durante la gestación aumenta los riesgos de parto prematuro, bajo peso al nacer y de que el bebé sufra complicaciones. Ya desde el primer trimestre, un déficit de nutrientes puede provocar alteraciones irreversibles en el feto, por lo que es importante prestar especial atención a la nutrición en esos nueve meses.

Existen múltiples alimentos que las embarazadas deben evitar durante los 9 meses de gestación para no ocasionar daños a su salud ni a la del feto, con otros tantos recomendados y beneficiosos para su correcto desarrollo. En este proceso tan complejo, surgen dudas y mitos que demonizan o idealizan los efectos de algunas comidas en el cuerpo, entre ellos el limón.

Con los años se han establecido algunas creencias erróneas sobre esta fruta cítrica, que le atribuyen unas capacidades abortivas. Se debe a que, en la antigüedad, diversas culturas lo utilizaron como método anticonceptivo natural. Lo cierto es que la evidencia científica revisada no respalda la idea de que el limón tenga dichas capacidades, si bien hay algunas investigaciones que destacan los beneficios que pueden tener.

Controla la presión arterial

Algunos estudios han investigado los efectos del consumo de limón en la presión arterial. Aunque no existen ensayos clínicos, algunas publicaciones han visto una relación inversa entre la ingesta diaria de limón y la presión arterial. En 2014, el Journal of Nutrition and Metabolisim publicaba un estudio realizado con mujeres japonesas de mediana edad que sugiere que caminar y consumir limones logra reducir la presión sanguínea sistólica. El análisis de regresión múltiple indicó que la ingesta de limón se asoció más con el aumento de citrato en sangre, mientras que la caminata influyó más en la reducción de la presión arterial.

En 2019, un estudio publicado en la revista Oxidative Medicine and Cellular Longevity resaltó las propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antihiperlipidémicas y antidiabéticas de los flavonoides cítricos, con efectos beneficiosos en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.

Náuseas y el limón

Una mujer con náuseas en
Una mujer con náuseas en su primer trimestre de embarazo (Shutterstock)

Contra las náuseas del primer trimestre del embarazo, la aromaterapia puede ser efectiva. En 2014, un ensayo clínico con 100 mujeres embarazadas probó la eficacia de la aromaterapia con aceite esencial de limón para reducir las náuseas y los vómitos.

Los resultados mostraron una reducción significativa de estos síntomas entre el segundo y cuarto día, sin identificar efectos adversos.

¿Ayuda a la hidratación?

Deliciosa agua de limón infusionada
Deliciosa agua de limón infusionada con romero fresco, perfecta para refrescar en días cálidos. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Agregar limón o pepino al agua es una estrategia que utilizan algunos centros con la premisa de que aumenta la hidratación en el cuerpo. En realidad, no existen estudios científicos sólidos que demuestren que agregar limón al agua le otorgue un efecto superior sobre la hidratación en comparación con el consumo de agua sola.

Sí es cierto que este truco puede ayudar a personas que les cueste consumir agua por sí sola, pues puede mejorar el sabor y facilitar que algunas personas consuman más líquidos. Cualquier bebida a base de agua contribuye a la hidratación diaria, siempre que no contenga cantidades excesivas de azúcar o cafeína añadidas.