Qué es la plasmaféresis, el tratamiento al que se ha sometido Orlando Bloom para “limpiar” su sangre de microplásticos

No existe evidencia científica de que esta técnica pueda eliminar realmente los residuos tóxicos del cuerpo

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El actor Orlando Bloom recibiendo
El actor Orlando Bloom recibiendo un tratamiento de plasmaféresis (Instagram)

El actor Orlando Bloom se ha sometido a una terapia de 12.000 euros para “limpiar” su sangre de microplásticos y demás sustancias tóxicas, a pesar de que no existe respaldo científico de su eficacia. El que protagonizara Piratas del Caribe o El Señor de los Anillos es uno más de la lista de celebrities en recibir estas terapias para depurar su organismo.

En la fotografía que compartió Bloom en sus redes sociales se mostraba al británico tendido en una camilla y conectado a una máquina similar a la que se utiliza para los tratamientos de diálisis. “Gracias por ayudarme a eliminar los microplásticos y las toxinas del cuerpo”, escribía. La clínica explica en su página web que el tratamiento, llamado plasmaféresis, “elimina hasta el 99 % de toxinas y químicos acumulados” sin utilizar fármacos y con un procedimiento que dura apenas unas dos horas.

Varias investigaciones ya han apuntado que la presencia de microplásticos en nuestro organismo es cada vez mayor. El más reciente, publicado en la revista Brain Medicine, reveló que el cerebro humano contiene cerca de una cucharada de microplásticos que, además, pueden agravar los síntomas de la depresión y la demencia. Sin embargo, no existe evidencia científica que respalde que esta técnica es capaz de eliminar estos residuos tóxicos ni que ofrezca beneficio alguno a la salud.

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En qué consiste la plasmaféresis

La plasmaféresis es un procedimiento médico que se utiliza para eliminar ciertas sustancias dañinas del plasma, la parte líquida de la sangre. Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NHI), esta técnica se emplea para tratar diversas enfermedades, especialmente aquellas en las que el sistema inmunitario produce anticuerpos anormales que atacan los tejidos del cuerpo.

Durante este procedimiento, se extrae sangre del paciente y se separa el plasma de las células sanguíneas (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas) mediante una máquina de aféresis. Una vez separado, el plasma que contiene los anticuerpos o sustancias dañinas se descarta y se reemplaza por un líquido de reemplazo, que puede ser solución salina, albúmina (una proteína sanguínea) o plasma de donantes sanos. Luego, la sangre con el nuevo líquido se devuelve al cuerpo del paciente.

La plasmaféresis no cura enfermedades, pero puede aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida al reducir temporalmente la cantidad de anticuerpos dañinos o toxinas en el cuerpo. Se utiliza con frecuencia en el tratamiento de trastornos autoinmunitarios como el síndrome de Guillain-Barré, la miastenia gravis, y ciertas formas de vasculitis o lupus. También se puede emplear en casos de mieloma múltiple, macroglobulinemia de Waldenström, y en situaciones relacionadas con ciertos tipos de cáncer o tratamientos oncológicos que provocan respuestas inmunitarias anormales. No obstante, no hay evidencia científica de que la plasmaféresis sea útil para eliminar los microplásticos del organismo.

En general, es bien tolerado, aunque pueden presentarse efectos secundarios como presión arterial baja, mareos, calambres o reacciones al líquido de reemplazo. También existe un pequeño riesgo de infecciones o sangrado, ya que se requiere el uso de anticoagulantes durante la sesión.