Por qué las altas temperaturas empeoran los síntomas de la alergia

La contaminación ambiental y las elevadas temperaturas favorecen la concentración de sustancias alérgenas

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Dos turistas se refrescan en
Dos turistas se refrescan en una fuente debido a las altas temperaturas (Eduardo Briones / Europa Press)

El calor de finales de mayo y principios de junio está provocando que el paso de la primavera este año sea más bien tímido, con temperaturas más propias de julio. Este adelanto del calendario consecuencia del cambio climático lo sufren especialmente las personas con sistemas inmunológicos comprometidos o aquellas más vulnerables, como las personas alérgicas.

Cuando la contaminación ambiental, ya sea esta resultado de las sustancias químicas presentes en la atmósfera por la industria o por calimas, se une al aumento de las temperaturas, las personas con alergia sufren aún más los síntomas. Según el Instituto ProPatiens, esto se debe a que la concentración del polen o los niveles de CO2, el número de insectos y la prevalencia de hongos en el aire se incrementan, intensificando la alergenicidad.

Por otra parte, la lluvia suele ser una aliada para combatir los síntomas de la alergia, ya que el agua “limpia” el ambiente al atrapar el polen y otros alérgenos. En cambio, si la lluvia es en exceso, esta generará una humedad en el ambiente que empeorará los síntomas de la alergia para aquellas personas más sensibles a los hongos.

Según apuntan desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, los fenómenos meteorológicos extremos, como las tormentas eléctricas, pueden favorecer que el polen entre con mayor facilidad en las vías respiratorias y aumentar el riesgo de crisis asmáticas graves. “Estamos viendo cómo los cambios en el clima están generando un entorno más hostil para los pacientes alérgicos. Las temporadas de polen no solo son más largas, sino que los niveles son más elevados, lo que agrava los síntomas de los pacientes alérgicos”, explicó el doctor Darío Antolín, vicepresidente de la SEAIC.

El calor extremo en verano aumenta en España, con riesgos como golpes de calor y cáncer de piel. Sanidad recomienda hidratación, protección solar y prevención para evitar complicaciones, especialmente en vulnerables.

Cómo aliviar los síntomas de la alergia

La alergia es una reacción exagerada del sistema inmunitaria a una sustancia que normalmente no causa daño en la mayoría de las personas, como el polen, el polvo, el moho, los ácaros, ciertos alimentos o medicamentos. Aunque no tiene cura, es posible aliviar sus síntomas mediante una combinación de estrategias médicas y cambios en el estilo de vida.

Uno de los enfoques más comunes para aliviar los síntomas de la alergia es el uso de medicamentos. Entre los más utilizados se encuentran los antihistamínicos, que bloquean los efectos de la histamina, una sustancia que el cuerpo libera durante una reacción alérgica. Estos pueden ayudar a reducir estornudos, picazón en los ojos y secreción nasal. También se emplean descongestionantes para aliviar la congestión nasal y corticoesteroides en aerosol nasal, que reducen la inflamación en las vías respiratorias.

Además de los medicamentos, la Clínica Mayo recomienda evitar los desencadenantes alérgicos. Por ejemplo, si una persona es alérgica al polen, es aconsejable mantener las ventanas cerradas durante las temporadas de alta concentración, usar aire acondicionado con filtros adecuados y evitar las actividades al aire libre en días de viento.

Otra medida útil es el uso de lavados nasales con solución salina, que ayudan a limpiar las fosas nasales de alérgenos y reducir la inflamación. Esta práctica es segura y puede realizarse diariamente con botellas especiales o jeringuillas diseñadas para este propósito.