Los peces sufren 24 minutos de dolor por cada kilo de peso al ser capturados: un estudio pide reducir el sufrimiento con aturdimiento eléctrico

La asfixia suele ser el método por excelencia para sacrificar a estos animales, esta investigación propone métodos menos dañinos

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Imagen trucha. (Freepik)
Imagen trucha. (Freepik)

Un nuevo estudio, publicado en la revista científica Scientific Reports y recogido por el medio italiano el Corriere della Sera, ha mostrado los resultados que han obtenido varios investigadores para cuantificar el dolor de los peces cuando son sacrificados con fines comerciales para distribuirlos y venderlos en distintos negocios.

Los investigadores, científicos del Welfare Footprint Institute (una organización de investigación dedicada a cuantificar el bienestar animal), se han centrado en la trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss), cuantificando el dolor causado por la asfixia, que según fuentes especializadas, suele ser un método habitual de sacrificio de estos peces.

Cada año se matan más de 2 billones de peces

Dado que cada año se matan hasta 2,2 billones de peces salvajes y 171.000 millones de peces de piscifactoría, los resultados muestran la necesidad de reformar a gran escala las medidas que se llevan a cabo para mejorar el bienestar de estos animales. El estudio muestra que esta especie de trucha sufre de media 10 minutos de dolor moderado a intenso o 24 de dolor por cada kilogramo de pez, aunque depende de ciertos factores como el tamaño del animal y la temperatura del agua.

Estas estimaciones se basan en un análisis de las investigaciones existentes para evaluar el grado de intensidad y duración del dolor y el sufrimiento que experimentan los peces.

Imagen del pescado expuesto en
Imagen del pescado expuesto en una pescadería. (Adobe Stock)

Evaluación de medidas que reduzcan el dolor de esta especie

Una de las propuestas de los investigadores, en el caso de que se aplique correctamente, es el aturdimiento eléctrico. Esta aplicación de corrientes eléctricas a los animales podría evitar entre 60 y 1.200 minutos de dolor moderado a extremo por cada dólar de inversión. El aturdimiento por percusión también ofrece un alto potencial de bienestar, aunque sigue habiendo dificultades para garantizar la coherencia en entornos comerciales, ya que consiste en darle un golpe seco en el cráneo al animal.

Los investigadores también ponen énfasis en las prácticas previas a la matanza que en muchas ocasiones se pasan por alto, como por ejemplo el transporte de los animales. Estas prácticas corren el riesgo de causar también un sufrimiento acumulado aún mayor que la propia matanza.

La base de este estudio según información publicada por el Corriere della Sera es el marco de la huella de bienestar (Wff), desarrollado por el Center for Welfare Metrics, un método que cuantifica el bienestar animal realizando una estimación del tiempo total que los animales pasan en diferentes estados de sufrimiento o bienestar.