Una mujer que fingía alquilar un piso en Santander y cobraba reservas falsas, condenada a dos años de prisión: desaparecía tras cobrar la señal

La acusada en ningún momento fue la propietaria real del inmueble, pero podía organizar visitas porque en él residía su hijo

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Vista de una calle con
Vista de una calle con los edificios típicos de la ciudad de Santander (Canva)

La Audiencia Provincial de Cantabria ha sentenciado a dos años y un mes de prisión a una mujer culpable de un delito continuado de estafa tras engañar a varias personas con un falso anuncio de alquiler de un piso en Santander. La condena, ratificada tras un acuerdo entre las partes, incluye además el pago de indemnizaciones por un total de 2.150 euros a las víctimas, según recoge el medio digital Onda Vasca.

El procedimiento penal se resolvió antes de que comenzara el juicio previsto en la Sección Primera de la Audiencia. La Fiscalía alcanzó un acuerdo con la defensa de la acusada, que reconoció los hechos y aceptó la condena a cambio de una rebaja de la pena inicialmente solicitada.

La representante del Ministerio Público pedía en un primer momento tres años y medio de prisión y una multa de 2.430 euros, penas que han quedado finalmente reducidas tras alcanzar el acuerdo.

Este fue el ‘modus operandi’ de la estafadora

Según el fallo, la mujer actuó a través de plataformas de compraventa en internet como Wallapop y Milanuncios, donde publicó varios anuncios ofreciendo el alquiler de un piso situado en la ciudad de Santander. La acusada no era la propietaria del inmueble, aunque podía mostrarlo porque allí residía su hijo.

Ante el interés de varias personas que se pusieron en contacto respondiendo a los anuncios, la procesada concertó visitas al piso con cinco potenciales inquilinos. En cada caso, solicitó diferentes sumas de dinero en concepto de reserva del alquiler, con cantidades que oscilaron entre los 300 y los 700 euros.

Después de recibir las transferencias, la mujer dejó de responder a las llamadas y mensajes de las personas afectadas, quienes no lograron recuperar su dinero ni formalizar el arrendamiento.

La actividad fraudulenta de la condenada se extendió durante un periodo suficiente para que el tribunal calificase los hechos como un delito continuado de estafa. La suma total de lo estafado asciende a 2.150 euros, cantidad por la que la acusada deberá indemnizar a los perjudicados. Una vez alcanzado el acuerdo en fase previa al juicio, la involucrada ha aceptado la responsabilidad penal y civil.

El precio del alquiler sube un 9,9% interanual en mayo y marca récord histórico.

Rebaja de la pena tras el reconocimiento de los hechos

Uno de los elementos destacados de esta sentencia es la rebaja de condena tras el reconocimiento de culpabilidad por parte de la acusada. En un primer momento, la Fiscalía solicitaba penas mayores tanto a nivel de prisión como de multa. No obstante, tras la confesión y la aceptación de indemnizar a las víctimas, la pena se ha reducido a dos años y un mes de prisión y ha quedado exenta de multa.

El tribunal de la Audiencia de Cantabria ha valorado tanto la colaboración de la procesada como la reparación parcial del daño para fijar la condena final. La sentencia cierra así un episodio de fraude que tuvo como víctimas a personas que buscaban alquilar una vivienda en un mercado en el que, por desgracia, las estafas y los abusos por parte de caseros y presuntos arrendadores están a la orden del día.