El aviso de un psicólogo a los infieles: “Plantéate la relación abierta”

“No entiendo a la gente que se busca pareja si no quieren dejar de ir de picaflor”, ha explicado el terapeuta

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El aviso de un psicólogo
El aviso de un psicólogo a los infieles: “Plantéate la relación abierta”

El psicólogo y terapeuta de parejas Adrián Chico ha lanzado una advertencia para quienes incurren repetidamente en la infidelidad: “Una persona que pone los cuernos varias veces debería plantearse si lo que quiere es una relación abierta”.

Así lo expone en una reflexión compartida en redes sociales, donde parte de la experiencia de su amigo Paco, quien fue víctima de cinco episodios de engaño en su última relación.

Mentir por miedo a las consecuencias

Adrián ha relatado que, a raíz del caso de su amigo, surgió una conversación sobre los motivos por los cuales muchas personas mienten a sus parejas tras cometer una infidelidad.

Según ha presentado, no se trata únicamente de una omisión: “Lo que sí que estamos debatiendo es por qué hay personas que cuando hacen este tipo de cosas mienten sistemáticamente en lugar de asumir lo que han hecho y decir ‘oye, esto es lo que ha pasado, esto es lo que hay, se acabó’”.

Para el psicólogo, la raíz del problema reside en la dificultad de asumir las consecuencias emocionales de los propios actos. “El problema de todo esto es el miedo a afrontar las consecuencias y la incapacidad completa que tiene la persona para gestionar sus propias emociones”, ha apuntado.

A su juicio, estas personas evitan afrontar el conflicto con su pareja por temor al enfado o a una posible ruptura: “Quizás sabía que tú te ibas a enfadar con él, que le ibas a montar la de Dios, o igual ibas hasta dejar y romper la relación”.

Además, ha criticado que ante esta falta de recursos emocionales, algunas personas opten por sostener una mentira que invalida el vínculo de pareja. “Prefieres mentirte y seguir viviendo con esa mentira que al final el vínculo es falso completamente, porque tú, si supieras la verdad, habrías terminado”, ha reflexionado.

Los infieles no dejan a
Los infieles no dejan a su pareja por temor al enfado o a una ruptura. (Imagen de Archivo)

La imposición de la monogamia

El terapeuta plantea que parte del conflicto puede tener un trasfondo cultural relacionado con la imposición de un único modelo afectivo: la pareja monógama. “La sociedad nos ha inculcado muchas veces un tipo de vínculo que tiene que ser así y, si no es así, todo lo demás no vale”, ha señalado.

En su análisis, Adrián ha defendido que muchas personas reprimen sus verdaderos deseos por encajar en un modelo normativo: “Nos obligamos a nosotros mismos a ir en contra en muchas ocasiones de lo que nuestro cuerpo quiere”. Es decir, en el caso de la persona infiel a su amigo Paco, “claramente su cuerpo le pedía marcha”.

“Yo no hablo por mí, pero hablo de este chico, que podría haber estado con otras personas, además de su pareja, en una relación abierta en la que estas dinámicas estuvieran consentidas y no se basaran en una mentira”, ha sentenciado.

La convivencia diaria en el entorno laboral no solo fomenta la productividad y el trabajo en equipo, sino que también puede convertirse en el escenario donde se gesta la mayoría de las infidelidades matrimoniales.

Relaciones abiertas como alternativa

Para el psicólogo, la clave está en asumir con honestidad los propios deseos y comunicarlos abiertamente. “No entiendo a la gente que se busca pareja si no quieren dejar de ir de picaflor”, ha indicado.

La infidelidad no debería ser la vía para mantener una vida sexual o afectiva múltiple, cuando existen modelos como el de la relación abierta que permiten establecer acuerdos desde la sinceridad y el respeto mutuo.