Cuatro millones de euros en inversiones de criptomonedas: procesados dos responsables de Generación Zoe por estafa piramidal

Las pesquisas detallan que los líderes de la organización en España recurrieron intensamente a las redes sociales y a reuniones presenciales para captar inversores

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Dos procesados por estafa piramidal
Dos procesados por estafa piramidal en una empresa de criptomonedas. (Canva)

La Audiencia Nacional ha procesado a dos responsables de la filial española de Generación Zoe, empresa argentina de liderazgo personal, por encabezar una presunta estafa piramidal que logró captar cerca de cuatro millones de euros entre 2010 y 2011. La instrucción, a cargo del juez José Luis Calama, señala a los hermanos Daniel y Camilo Paterna como líderes de la organización en España y ha propuesto juzgarlos junto a 18 colaboradores, bajo cargos de organización criminal, estafa continuada y blanqueo de capitales.

Generación Zoe, impulsada en Argentina por Leonardo Cositorto, condenado allí a doce años de prisión por fraude financiero, funcionó en España replicando el mismo esquema: promesas de rentabilidad elevada, apariencia de inversiones sofisticadas en criptomonedas y ausencia de verdaderas operaciones que generaran los beneficios anunciados.

Promesas millonarias

Las pesquisas detallan que los responsables de Zoe en España recurrieron intensamente a las redes sociales y a reuniones presenciales para captar inversores. Prometían elevados retornos a través de membresías de tres años, exigiendo pagos iniciales que el inversor podía recuperar, supuestamente, con grandes intereses. La estructura piramidal se sostenía porque quienes conseguían atraer a nuevos miembros recibían un 20% de la inversión de estos, incentivando así la expansión de la red.

Inversión en criptomonedas Bitcoin. (Canva)
Inversión en criptomonedas Bitcoin. (Canva)

Uno de los ganchos que más convencía a los participantes era la utilización de supuestos ‘bots’ de inversión en criptomonedas. Quienes optaban por este sistema automático veían prometida una rentabilidad aún mayor. Sin embargo, las ganancias que se entregaban nunca se hicieron en criptoactivos: las devoluciones y primeros beneficios siempre llegaban en efectivo, dando una apariencia de liquidez y solvencia que alentaba a reinvertir y atraer a más clientes.

El relato de los inversores muestra historias de charlas motivacionales donde se presentaban experiencias de éxito en sectores como minas de oro en Brasil o Argentina, negocios inmobiliarios, alquiler de jets privados o, en el mercado español, gasolineras, gimnasios y empresas de dietética. La promesa de riqueza rápida y segura caló en cientos de clientes.

La burbuja y el colapso

El juez Calama ha descrito cómo Generación Zoe creó la imagen de que las inversiones no podían fallar y que las ganancias siempre aumentarían, generando “la percepción de que el inversor siempre gana”. Esta dinámica, habitual en esquemas piramidales, incentivó a inyectar fondos y a reclutar aún más personas, alimentando lo que el magistrado describe como una “burbuja especulativa” basada en la confianza de los participantes.

Procesan a dos responsables de
Procesan a dos responsables de la empresa Generación Zoe de criptomonedas. (Freepik)

El negocio, lejos de cumplir con lo prometido, era en esencia una simulación, carente de actividad económica real. Los ingresos de nuevos inversores alimentaban las devoluciones y los supuestos beneficios de los más antiguos. Esta actividad se publicitaba incluso con maniobras como la presunta adquisición del Club Atlético Saguntino en junio de 2021, que sirvió para reforzar la imagen de solvencia.

El auto del juez precisa que nunca se realizaron inversiones auténticas y que todo el capital recolectado se canalizaba hacia el pago de antiguos inversores, campañas de marketing y captación de nuevos miembros. Las deudas solo se atendían si el cliente renovaba su membresía o continuaba reinvirtiendo.

Coches, inmuebles y transferencias al extranjero

El rastro del dinero entregado por los inversores revela que los casi cuatro millones de euros recaudados no sirvieron para operaciones con las que generar beneficios. Según el juez, los fondos se destinaron de modo prioritario a adquirir bienes inmuebles y vehículos de alta gama para los cabecillas, además de sustentar gastos personales y retiradas de efectivo mediante tarjetas bancarias.

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Buena parte del dinero se diluyó en campañas de publicidad y promoción del esquema, pero también se descubrieron transferencias de fondos a paraísos fiscales y países como Andorra y Estonia, sobre todo después de que los principales implicados supieran que la justicia española ya estaba investigando sus actividades. El juez ha subrayado que, con estas maniobras, los líderes de Generación Zoe buscaban proteger parte de los capitales defraudados y dificultar el acceso de las autoridades españolas al dinero investigado.

*Noticia elabora con información de EFE