Así afecta el calor a la salud mental, según una doctora: “El tiempo lo determina absolutamente todo”

La doctora Mar Gómez destaca los efectos del calor en la agresividad y el deterioro cognitivo

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Imagen de archivo: Una joven
Imagen de archivo: Una joven bebe agua para soportar las altas temperaturas. A 10 de agosto de 2024, en Sevilla (Andalucía, España). (Rocío Ruz / Europa Press)

A menos de un mes de que empiece oficialmente el verano, España se ha adentrado en un “episodio extraordinario” de calor, según la Agencia Estatal de Meteorología, que dejará temperaturas por encima de los 40 °C en varias zonas del país. El organismo estatal aventura que el país vivirá sus días más cálidos desde 1950 esta semana, un tiempo que puede afectar tanto a la salud física como mental, advierten los expertos.

“El tiempo lo determina absolutamente todo: desde cuándo salimos a pasear hasta cómo nos vestimos, conducimos o qué comemos. Pero, sobre todo, influye notablemente en nuestra salud física y mental”, aseguró Mar Gómez, doctora en Ciencias Físicas, máster en Meteorología y Geofísica y jefa del Departamento Meteorológico de eltiempo.es durante una conferencia en la Real Academia de San Quirce el pasado martes.

Sus efectos son especialmente fuertes en las personas meteorosensibles, que experimentan un agravamiento de sus patologías físicas o mentales ante las variaciones climáticas. Se trata de un síndrome que sufre “entre el 30 y 60% de la población”, señaló Gómez, porcentaje en el que se incluye ella misma.

Los efectos del calor en la salud

Los peligros del calor en la salud física son conocidos: las temperaturas extremas pueden provocar insolaciones, deshidrataciones, golpes de calor, calambres y empeorar patologías previas, ocasionando en muchos casos muertes prematuras. España, de hecho, registró el año pasado 2.190 muertes por calor en los meses de verano.

Pero los climas especialmente cálidos también atacan a la salud mental. Así lo certificó un reciente estudio de la Universidad de Adelaida en Australia, que estimó que, para 2050, el número de personas con problemas de salud mental aumentan en casi un 50% debido a las altas temperaturas.

Mar Gómez, doctora en Ciencias
Mar Gómez, doctora en Ciencias Físicas, máster en Meteorología y Geofísica y jefa del Departamento Meteorológico de eltiempo.es. (Fundación Lilly)

Mar Gómez apuntó al fenómeno conocido como calor criminal, que relaciona las altas temperaturas con un aumento de la irritabilidad y, en casos extremos, la violencia. Aunque no hay una evidencia establecida, algunos estudios han apuntado que por cada grado por encima de 34 °C, el riesgo de feminicidios aumenta un 28,8%, si bien es un efecto que se da en personas con predisposición a la agresividad. Es la conclusión a la que llegó una investigación española publicada en 2018 en Science of The Total Environment, donde los autores afirmaron que “el riesgo de feminicidios en pareja aumenta a los tres días de una ola de calor”.

Además, Gómez señaló las consecuencias en la salud mental de la contaminación atmosférica y el cambio climático, especialmente en niños, que pueden sufrir deterioro cognitivo. No obstante, la salida del sol viene acompañada de algunos efectos positivos, gracias a la mayor absorción de vitamina D, que mejora el estado anímico.

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El viento también influye en la salud mental

El calor no es el único que influye en la salud humana: Gómez aseguró que fenómenos como las borrascas, asociadas a bajas presiones, pueden agravar problemas como la artrosis, la artritis o las migrañas. “Cuando la presión disminuye, los tejidos del cuerpo se expanden, ejerciendo mayor presión interna y empeorando estas condiciones”, explicó.

Los vientos fuertes también pueden dejar sus efectos en la salud mental. Como ejemplo, la doctora habló de un fenómeno meteorológico conocido como efecto Föhn, que genera vientos cálidos y secos al descender por las laderas de las montañas. “En regiones montañosas, como los Alpes o el Sistema Central, estos vientos, cargados de iones positivos, pueden provocar ansiedad, depresión e incluso aumentar las tasas de suicidio”, señaló la experta. Se trata de un síndrome apodado como vientos de la locura, que altera la serotonina, un neurotransmisor clave en el estado anímico.