La hija de Dominique y Gisèle Pelicot señala, de nuevo, a su padre: “La castración química puede ser parte de la solución”

Condenado a 20 años de prisión por drogar, violar y entregar a su esposa a desconocidos durante una década, Dominique Pelicot es ahora señalado también por su hija, que denuncia la imposibilidad de su rehabilitación

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Caroline Darian, la hija de
Caroline Darian, la hija de Gisèle y Dominique Pelicot (REUTERS/Manon Cruz REFILE)

La hija de Dominique Pelicot, condenado por haber drogado y violado a su mujer, Gisèle, durante más de una década, se ha pronunciado públicamente a favor de la castración química para los autores de delitos sexuales. Caroline Darian, entrevistada recientemente por la cadena británica Sky News, expresó su respaldo a esta medida actualmente en estudio en el Reino Unido.

Durante su intervención, Darian afirmó que, en casos como el de su padre, no hay posibilidad de rehabilitación. “Cuando se alcanza este nivel de criminalidad, no se puede hacer otra cosa. Así que sí, la castración química puede ser parte de la solución”, declaró. La mujer apuntó directamente a su progenitor, con quien no mantiene ningún tipo de relación desde que se conocieron los hechos por los que fue juzgado.

Condena por delitos reiterados y prolongados

Dominique Pelicot, de 72 años, fue condenado en diciembre pasado a una pena de 20 años de reclusión criminal, la máxima prevista por la legislación francesa para este tipo de delitos. El tribunal consideró probado que el acusado drogó y violó a su esposa durante más de diez años. Además, facilitó que desconocidos, contactados por él a través de internet, participaran en las agresiones sexuales cometidas contra su pareja.

El caso provocó una fuerte conmoción en Francia por la duración de los abusos y por la implicación activa del condenado en la organización de encuentros sexuales con terceros, sin el consentimiento de la víctima. El proceso judicial reveló un patrón de conducta planificado y sostenido en el tiempo, con la utilización de sustancias psicoactivas administradas sin conocimiento de la afectada.

El libro publicado por Caroline
El libro publicado por Caroline Darian sobre su padre

Acción legal de la hija

Caroline Darian presentó una denuncia contra su padre en marzo de este año, acusándole de violación, tentativa de violación, administración de sustancias psicoactivas, agresiones sexuales y puesta en peligro de la vida de otros. En sus declaraciones públicas, ha insistido en que su padre representa un ejemplo claro de individuo no rehabilitable. Según ha manifestado, su implicación en la denuncia y su participación en medios de comunicación tienen como objetivo visibilizar este tipo de delitos y promover el debate sobre el tratamiento penal de los agresores sexuales.

Darian ha señalado que su apoyo a la castración química no responde a un deseo de venganza, sino a una consideración práctica en relación con la peligrosidad de algunos condenados. “No se trata de castigar por castigar”, afirmó en la entrevista con Sky News, “sino de evitar que vuelvan a cometer los mismos actos”. Según explicó, no todos los agresores sexuales serían necesariamente candidatos para este tipo de medida, pero considera que, en ciertos casos extremos, podría contemplarse como una opción.

Debate en el Reino Unido

El pronunciamiento de Darian coincide con el debate abierto en el Reino Unido sobre la implementación de la castración química como medida voluntaria o judicial para ciertos delincuentes sexuales reincidentes. La propuesta, que ha generado reacciones diversas en los ámbitos político, jurídico y social, forma parte de una revisión más amplia de las políticas de prevención de delitos sexuales en ese país.

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En la actualidad, algunos países europeos aplican este tipo de medidas en determinados contextos. En Polonia, por ejemplo, la castración química puede ser ordenada por los tribunales en casos de abuso sexual sobre menores. También existen programas de tratamiento hormonal en Alemania y en otros países del norte de Europa, en los que el tratamiento se ofrece bajo consentimiento del condenado, con seguimiento médico.