
Los buffets han tenido un gran crecimiento en los últimos años. Existen restaurantes de todo tipo que ofrecen comida ilimitada, pasando por todas las culturas gastronómicas, desde la asiática a la italiana. En los últimos años, algunos establecimientos de comida tradicional española se han sumado a esta tendencia.
Uno de los más conocidos es Preciados 33. Ubicado en la mítica calle madrileña con el mismo nombre, nace como un proyecto que busca combinar los clásicos platos españoles con un precio asequible y la posibilidad de probar un gran número de ellos sin que suponga un aumento del precio final.
En ocasiones, la gran cantidad de comida de este tipo de locales tiene un efecto contrario en la calidad. Muchos señalan que, al tener que cocinar muchos platos, el resultado es muy mejorable. El creador de contenido @lopesitofoodie ha aportado su visión sobre este lugar, coincidiendo con esta teoría en algunos puntos.
Precio y calidad
Para empezar, el tiktoker comenta que, como ocurre en muchos de este tipo de restaurantes, los platos que necesitan una preparación más elaborada o costosa conllevan un suplemento de precio o están fuera de la oferta buffet. “Estaba claro que aquí había gato encerrado”, afirma en el comienzo del vídeo.
Su factura se elevó a 72 euros, pues incluía el menú de dos personas. El precio de cada uno de ellos es de 33 euros, mientras que el refresco supone un añadido de 3,5 euros. Al preguntarse sobre la relación calidad-precio, reconoce que no salió convencido. “La calidad es muy normalita”, explica.
“Mira los pelos de la anchoa”
Si observamos sus análisis de cada plato que ha probado, encontramos diferentes opiniones, aunque varias de ellas no resultan muy favorables. Las croquetas y el salmorejo los ha colocado como los dos mejores entrantes. “Está muy bueno y es fresquito y con sabor”, asegura tras probar el segundo de estos dos platos.
Los platos principales han recibido una peor valoración por su parte. “Al arroz le falta potencia” y “el caldoso no sabe a nada” son algunas de las afirmaciones que hace tras probarlos. “La fideuá está buena, sabe mucho a verdura”, dice tras situarla claramente por delante del arroz.
Pero, desde luego, la anchoa se lleva la peor crítica. “De peor calidad no puede ser”, dice tras darle el primer bocado. “Mira los pelos, tiene muchísimos”, continúa @lopesitofoodie. “No está nada limpia”, acaba afirmando antes de pasar al siguiente plato. Esto es lo peor que le puede ocurrir a un pescado.
De esta manera, reconoce que los buffets suelen perder en calidad en favor de la cantidad. Pregunta a sus seguidores si desean una segunda parte en este restaurante, ya que se ha ido sin probar el cocido, uno de los platos más destacados del establecimiento de Preciados.
Bajo su punto de vista, para un desembolso de más de 30 euros, merece la pena ir a un lugar especializado en algo concreto, como el arroz. Aun así, reconoce que la gran variedad de estos sitios es una ventaja de la que pueden presumir.
Últimas Noticias
Clima: las temperaturas que predominarán este 29 de mayo en Valencia
Para evitar cualquier imprevisto es importante conocer el pronóstico del tiempo

El efecto del ‘trumpazo’ en la exportación restará tres décimas de crecimiento a España este año y cuatro el que viene, advierte Funcas
Los economistas auguran que la guerra arancelaria “pondrá en riesgo” la continuidad del dinamismo económico español

El tormentoso romance de Paulina Rubio y Colate: de un verano de amor en Ibiza a la batalla legal por la custodia de su hijo
La pareja saltó a las portadas en 2005 al sorprender a todo el panorama hispanoamericano con su historia de amor

Así afecta el calor a la salud mental, según una doctora: “El tiempo lo determina absolutamente todo”
La doctora Mar Gómez destaca los efectos del calor en la agresividad y el deterioro cognitivo

“El 29 de octubre falló todo y no de forma casual”: víctimas de la DANA claman justicia tras siete meses de angustia y una reunión con Mazón en el aire
El presidente de la Generalitat llamó por primera vez a las asociaciones de víctimas el 23 de mayo para ofrecerles una reunión. Los afectados, que se han sentido “maltratados e ignorados institucionalmente” aún deben decidir si aceptan
