Investigadores españoles desarrollan un nuevo tratamiento de inmunoterapia para la leucemia más frecuente en niños

La terapia CAR-STAb es capaz de reclutar un mayor número de células de defensa que combatan el cáncer

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Los tratamientos actuales contra la
Los tratamientos actuales contra la leucemia infantil siguen siendo demasiado tóxicos (AdobeStock)

De los casi 1.300 niños que cada año reciben un diagnóstico de cáncer, el 30% es un caso de leucemia. Este tipo de cáncer de sangre comienza en la médula ósea y su forma más común en la población infantil es la leucemia linfoblástica aguda (LLA) de tipo B, según los datos ofrecidos por el Registro Español de Tumores Infantiles de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP).

Esta enfermedad implica que la médula ósea está produciendo demasiados linfocitos B, el tipo de glóbulo blanco encargado de fabricar los anticuerpos que ayudan a combatir las infecciones. Dicha sobreproducción impide que el resto de células de la sangre crezca correctamente.

Pese a que la primera línea de acción frente al cáncer es la quimioterapia, el tratamiento varía en función del tipo de leucemia, la edad del paciente, el número de leucocitos en el momento del diagnóstico o las características genéticas de las células tumorales. Sin embargo, en los últimos años, la inmunoterapia se ha unido a la carrera farmacológica como una vía esperanzadora.

Cuando un paciente de leucemia linfoblástica aguda de células B no responde a la quimioterapia convencional, la inmunoterapia es la siguiente línea de acción. No obstante, esta no siempre funciona en todos los pacientes. Ahora, una investigación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ofrece una nueva inmunoterapia.

La CAR-STAb, como se conoce al tratamiento, ya ha demostrado resultados muy positivos en sus estudios con animales y se espera que pueda llegar a trasladarse a las personas. Entre sus ventajas está el reclutar a más células defensivas del cuerpo para combatir a las células tumorales. Los autores esperan recibir la autorización para el ensayo clínico en 2026.

Se reclutan más defensas

A diferencia de la quimioterapia o la radioterapia, con la inmunoterapia se administran anticuerpos biespecíficos, que ponen en contacto a las células defensivas linfocitos T con las células tumorales. Otra opción es la inmunoterapia con células CAR-T, basada en extraer linfocitos T del paciente y modificarlos en el laboratorio para que, una vez reinyectados, puedan reconocer las células tumorales y atacarlas.

Ambas opciones, los anticuerpos biespecíficos y las CAR-T, han mejorado el tratamiento de los casos resistentes de leucemia linfoblástica aguda de células B. Pero algunos pacientes siguen sin responder, y más de la mitad de los que sí responden sufre recaídas. El nuevo trabajo publicado ahora en Journal for Immunotherapy of Cancer presenta una tercera vía que combina las anteriores: una terapia CAR-T que produce un anticuerpo biespecífico.

Las ventajas son varias. Los linfocitos CAR-STAb reconocen a las células tumorales por dos vías distintas, evitando que escapen. A ello se añade una característica positiva de los anticuerpos biespecíficos: su capacidad para reclutar a otros linfocitos T sin modificar presentes en el entorno tumoral, y aumentar así el número de células defensivas implicadas en el combate contra el cáncer.

Llega a España el tratamiento de inmunoterapia contra el cáncer que se administra con una inyección en solo 7 minutos.

“Es la primera vez que se demuestra el potencial de esta estrategia en neoplasias de células B”, explica Luis Álvarez Vallina, jefe de la Unidad de Investigación Clínica en Inmunoterapia del Cáncer Hospital Universitario 12 de Octubre-Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Álvarez Vallina destaca que “este trabajo abre un camino esperanzador para ofrecer terapias más efectivas en pacientes con leucemia, especialmente aquellos que son refractarios o escapan al control de las terapias actualmente disponibles”.

La terapia también ha sido desarrollada por Clara Bueno y Pablo Menéndez, del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras. Javier Arroyo, investigador del grupo de Álvarez Vallina en el Hospital Universitario 12 de Octubre, es primer coautor del trabajo junto con Aida Falgás, del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras. Arroyo destaca que “el hecho de utilizar diferentes mecanismos y distintas dianas ayuda a que, si se la célula tumoral intenta escapar a la inmunoterapia por un lado, puedas someterla por otro lado. Así a la célula le resulta más complicado poder escapar al control del sistema inmunitario”.