El negocio secundario de un hombre de 50 años con el que gana 100.000 euros al mes trabajando 1 día a la semana: “Puedo establecer mi propio horario”

Mike O’Dell es un hombre de 50 años que trabaja a tiempo completo como enfermero anestesista en la ciudad de Oklahoma, un empleo que le garantiza un salario anual de 227.000 euros. Cuatro días a la semana permanece más de diez horas en un quirófano, en turnos largos donde ni siquiera puede comer o ir al baño sin pedir permiso. Pero durante su tiempo libre dirige un negocio que fundó casi por accidente y que se ha convertido en una fuente de ingresos mensual que supera los 100.000 euros. Lo gestiona un solo día a la semana y le permite, según ha explicado, “establecer mi propio horario”.

La empresa se llama Legit Kits, y surgió durante la pandemia. Tal y como ha contado a la cadena CNBC, O’Dell, que había aprendido a coser de pequeño para confeccionarse un disfraz de Halloween inspirado en Braveheart, diseño dos mantas con temática de Star Wars para sus hijos. Para ello, utilizó una técnica conocida como foundation paper piecing, que consiste en coser trozos de tela sobre papel, facilitando la creación de patrones detallados. La experiencia lo llevó a lanzar un negocio especializado en la venta de kits de acolchado.

O’Dell no tenía intención de dejar su trabajo principal, por lo que estructuró la empresa para que funcionara de manera autónoma. En declaraciones al medio anteriormente citado, explicó que contrató a diseñadores gráficos para desarrollar los patrones, así como a personal encargado del corte y envío de los productos. Actualmente, Legit Kits cuenta con siete empleados a tiempo completo y cuatro colaboradores freelance.

En 2024, el negocio facturó más de 1,18 millones de euros en ventas online. A esa cifra se suman otros 141.000 euros obtenidos a través de la venta en tiendas físicas, incluyendo una cadena que quebró hace poco. Legit Kits alcanzó su punto álgido en 2023 y se consolidó como una empresa rentable al año siguiente, a pesar de los costes asociados a la mudanza a un nuevo almacén de 418 metros cuadrados.

Y a pesar del crecimiento, O’Dell solo dedica un día a la semana a su empresa. Durante ese tiempo, prueba combinaciones de color, revisa nuevos diseños y se encarga de las tareas estratégicas y promocionales. Para 2025, prevé pagarse un salario simbólico de 47.000 euros como CEO y director creativo.

La industria del quilting, en la que opera Legit Kits, mueve en torno a 4.700 millones de euros anuales en Estados Unidos, según datos de la asociación Craft Industry Alliance. Aunque la cuota de mercado de la empresa es aún modesta, O’Dell ha iniciado una estrategia de expansión enfocada a nuevos públicos. Las campañas publicitarias más recientes se dirigen a usuarios menos experimentados, y uno de los productos estrella son los mini kits, de menor tamaño y precio, que se venden por unos 91 euros.

Las condiciones del mercado, sin embargo, no están exentas de incertidumbre. Las políticas arancelarias anunciadas por el presidente Donald Trump podrían aumentar los costes de importación. Legit Kits depende de telas que provienen de países como Vietnam e Indonesia, y las nuevas tarifas —de hasta un 46%— podrían afectar directamente su estructura de costes. Por el momento, la aplicación de estos aranceles está suspendida hasta el 9 de julio y reemplazada por una tarifa temporal del 10%.

“El optimismo es esencial en estos días”, ha afirmado O’Dell, que ha reconocido que la incertidumbre le impide contratar a más personal por el momento. Aun así, el respaldo de su empleo en el sector sanitario actúa como colchón frente a eventuales fluctuaciones económicas. Su previsión es que Legit Kits no supere a corto plazo el salario que percibe como enfermero. Para ello, la empresa tendría que alcanzar unas ventas anuales de ocho cifras, algo que O’Dell considera poco probable por ahora.

Mientras tanto, mantiene una doble vida entre quirófanos y costuras. “El agotamiento que siento en el hospital alimenta mis energías para hacer algo diferente por mí mismo”, ha explicado, ya que, según él, esta especie de vía de escape del trabajo real “le baja el volumen a todo cuando todos están molestos en el trabajo”. La rutina de los lunes —café en el patio y paseo matutino con sus hijos— marca el inicio de una jornada diferente, que ha convertido un pasatiempo en un negocio millonario.