La empresa gallega detrás de la famosa atún en lata de Mercadona: también apuesta por las energías renovables y tiene una empresa de frigoríficos

El precio de los alimentos es una de las cuestiones que más preocupan a los ciudadanos. Tras la subida de los aranceles por parte de Donald Trump, la situación puede llegar a ser preocupante. Además, productos como el atún o el propio aceite de oliva, se han encarecido con el paso del tiempo.

Hacendado, la marca blanca del Mercadona, tampoco se ha librado de esta subida de precios. Detrás de esta marca blanca se encuentra la empresa Conservas Escurrís SL, que a su vez pertenece a la empresa Jealsa. Esta se dedica a la conserva de pescado y marisco a través de diferentes marcas, entre las que se encuentra la propia Escurrís o Rianxeira.

Pero Jealsa ha decidido invertir en otros sectores. Uno de ellos es el de las energías renovables mediante Beltaine, que apuesta por parques eólicos y placas fotovoltaicas. Por otro lado, también es accionista principal de Fripusa, una empresa que se dedica a la venta de frigoríficos.

Escurís es una empresa gallega fundada en el año 1939. Se encuentra en A Coruña y es una de las empresas españolas con más recorrido en el sector de las conservas, en concreto de pescado y de marisco. Es considerado como uno de los productores de mayor calidad.

Esto lo refleja el estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha calificado a su lata de atún en aceite de oliva en 73 puntos sobre 100. Esto es un dato bastante relevante, teniendo en cuenta que se sitúa por encima de varias marcas de atún que actúan directamente como competencia.

Este producto de Mercadona ha logrado una puntuación tan buena debido a diferentes puntos clave. Entre estos se encuentran el etiquetado claro y abundante, una cantidad de sal adecuada y la calidad de su aceite de oliva.

El pasado febrero, el sector industrial de la Ría de Arousa despidió a una de sus figuras clave: José Manuel García Martínez, expresidente de la conservera Escurís, quien falleció a los 87 años. Su vida profesional se entrelazó con la historia de la emblemática empresa tras su matrimonio con Elena Escurís Batalla.

García Martínez escaló posiciones dentro de Escurís, asumiendo la presidencia en un mandato que se destacó por la expansión de la marca. Uno de sus mayores logros fue establecer nuevas naves en diversas localidades del norte de Arousa.

Dejó el cargo en mayo de 2001, justo antes de que la conservera fuese absorbida por Jealsa, en una significativa operación empresarial de carácter familiar que unió aún más la plantilla. Su liderazgo fue crucial en un periodo de crecimiento y consolidación, dejando una huella duradera en la industria conservera de la ría.

Actualmente, es una de las empresas de conserva más potentes del país, contando con una gran masa salarial y con un gran respaldo empresarial a sus espaldas. Otro de los puntos claves es que mantiene su calidad, situándose como una de las mejores opciones.