¿Es mejor ducharse por la mañana o por la noche? Esto dice la ciencia

Mantener una buena higiene también radica en la frecuencia y la calidad del lavado de las sábanas y fundas de almohada

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Una mujer duchándose (AdobeStock)
Una mujer duchándose (AdobeStock)

Al debate popular sobre si es mejor dormir con o sin calcetines (respondido incluso por investigaciones científicas) se le suma el de la ducha: ¿mejor por la mañana al levantarnos o por la noche antes de irnos a dormir? La respuesta la ha ofrecido la doctora Primrose Freestone, microbióloga de la Universidad de Leicester (Inglaterra).

Los partidarios de la ducha matutina la elogian como la manera perfecta de despertar y comenzar el día con energía renovada. Por otro lado, los fieles a la ducha nocturna les limpia la suciedad acumulada del día y libera tensiones antes de acostarse. Sin embargo, ¿qué dice la investigación al respecto?

Desde la perspectiva de la microbiología y la higiene personal, la respuesta no es tan simple como preferir un horario sobre otro, explica Freestone. Ambos momentos tienen sus puntos positivos, pero dependen en gran medida de los hábitos personales y la rutina de cada persona.

Ducharse es esencial para eliminar la acumulación diaria de sudor, grasa y contaminantes que se adhieren a la piel y el cabello. Esto no solo ayuda a prevenir erupciones e infecciones cutáneas, sino que también contribuye a reducir el olor corporal al eliminar las bacterias que descomponen el sudor y liberan compuestos malolientes.

Durante el día, el cuerpo acumula una variedad de contaminantes y alérgenos, como polvo y polen, además del sudor y la grasa natural. Parte de estos elementos se transfieren a la ropa y, eventualmente, a las sábanas y fundas de almohada. Ducharse por la noche puede ser beneficioso para eliminar estos alérgenos y contaminantes, reduciendo así su presencia en el entorno de descanso.

Sin embargo, la ducha nocturna no elimina por completo las sustancias “desagradables”. Aunque uno pueda sentirse limpio al acostarse, durante la noche el cuerpo sigue sudando y liberando nutrientes que los microbios cutáneos aprovechan. Esto puede llevar a que las sábanas acumulen bacterias y otros microorganismos, afectando la frescura y la higiene del entorno de sueño.

Además, la frecuencia de la limpieza de las sábanas juegan un papel crucial en la efectividad de la ducha nocturna. Las células muertas de la piel, por ejemplo, pueden convertirse en alimento para los ácaros del polvo, cuyos desechos pueden desencadenar alergias y empeorar el asma si no se tratan adecuadamente.

Por otro lado, las duchas matutinas pueden ser vistas como una oportunidad para eliminar las células muertas de la piel acumuladas durante la noche, junto con cualquier rastro de sudor y bacterias transferidas desde las sábanas. Esto es particularmente importante si las sábanas no se lavan regularmente.

A las bacterias problemáticas les gustan estas 3 regiones de la piel más que otras.

Ducha por la mañana y sábanas limpias

Ante esta dicotomía, la microbióloga defiende la ducha por la mañana. Comenzar el día con una ducha puede ayudar a sentirse más fresco y preparado para enfrentar el día, mientras se reduce la carga microbiana que contribuye al olor corporal.

Sin embargo, independientemente de la preferencia personal, la clave para mantener una buena higiene está en la frecuencia y la calidad del lavado de las sábanas y fundas de almohada. Lavándolas al menos una vez a la semana, se elimina el sudor, las bacterias y las células muertas de la piel, creando un ambiente más higiénico y saludable para el descanso.