Un empleado al que le obligaron a cubrir los trabajos de 3 personas durante 6 meses renuncia tras recibir una amonestación formal por llegar 2 minutos tarde: “Creí que era una broma”

Son muchas las ocasiones en las que una empresa no cubre los puestos libres, y simplemente reparte el trabajo extra entre los empleados ya contratados

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Renuncia
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En Estados Unidos, un trabajador ha decidido hablar en los medios sobre lo que ha sucedido recientemente en su vida, y que le ha causado gran malestar a nivel psicológico. Y es que en el trabajo en el que llevaba unos cuantos años, han decidido ponerle una amonestación que ha hecho que explote y que decida no seguir trabajando allí más tiempo. Es decir, renunciar voluntariamente.

¿Qué es exactamente lo que le ha parecido tan indignante? La empresa decidió notificarle que le habían puesto una falta por llegar 2 minutos tarde a su jornada laboral. Hasta ahí, aunque es algo que le puede pasar a todo el mundo, puede entrar dentro de la normalidad de una empresa que prioriza mucho la puntualidad.

Pero el tema aquí es que este trabajador llevaba 6 meses invirtiendo más horas y más esfuerzo para poder llevar a cabo el trabajo de todo el departamento, el cuál había tenido recientemente dos bajas. El empleado, por tanto, llevaba medio año haciendo el trabajo de 3 personas.

El caso ha abierto un debate en la zona, a raíz de su publicación en los medios, y hay una división entre quien considera que cuando hay bajas hay que arrimar el hombro y ayudar a que el proyecto siga hacia delante, y los que creen que es responsabilidad de la empresa cubrir las bajas para que no le repercuta a los empleados que siguen allí.

El sobreesfuerzo causa, a menudo, menos rendimiento

El empleado en cuestión había estado cubriendo las responsabilidades de tres puestos vacantes, como decíamos, lo que permitió a la empresa ahorrar costes significativos que deberían haber empleado en contratar a otras dos personas.

Y lo cierto es que cubrir la responsabilidad de más empleados siendo uno solo no es algo sencillo, e implica siempre hacer más horas de las correspondientes, no poder descansar ni un solo segundo durante la jornada laboral, y tener un alto nivel de estrés que, en este caso y en otros tantos, se traduce en una empeora del rendimiento.

Después de haberse sacrificado para ayudar a la empresa, a cambio de nada, se encontró con la sorpresa de que la misma había decidido amonestarle porque uno de los días había llegado 2 minutos tarde. Sin tener en cuenta que, con toda probabilidad, si un empleado suele ser puntual y no lo es un día, puede ser porque ha sucedido algo imprevisible, o bien porque el estrés de hacer mucho más trabajo del que le corresponde, le juega una mala pasada.

 (Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

La pérdida de empleados válidos también repercute económicamente a la empresa

Con la pérdida de este trabajador, la empresa ha perdido también la oportunidad de tener entre sus filas a una persona que era capaz de asimilar una carga de trabajo muy superior a la media.

En definitiva, con la renuncia de este tipo de trabajadores en estas circunstancias, las empresas suelen enfrentarse a la necesidad de contratar a varias personas para cubrir las tareas que antes realizaba un solo empleado.

Esto, a ojos de cualquiera, evidencia la magnitud del esfuerzo que estos trabajadores aportan. La pena es que rara vez se les reconozca mientras permanecen en sus puestos, lo que, desde luego, es una estrategia empresarial bastante torpe.