Cómo eliminar el herpes labial

Esta infección causa llagas o ampollas, así como malestar general y fiebre, entre otros síntomas

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(foto: MayoClinic)
(foto: MayoClinic)

Un herpes labial, también conocido como herpes febril, es una infección bastante frecuente causada por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) y, en menor medida, el virus del herpes simple tipo 2 (VHS-2). Esta afección por lo general provoca llagas labiales, aunque también puede ocasionar lesiones en los genitales.

Este virus se transmite a través del contacto directo con la saliva, la piel o los objetos contaminados (que pueden ser vasos, toallas..., o, por ejemplo, a través de besos). Además, hay riesgo de contagio incluso cuando el herpes no presenta síntomas.

Síntomas del herpes labial

El principal signo de esta infección es la presencia de ampollas o llagas llenas de líquido en los labios o alrededor de la boca (incluso alrededor de la nariz, las mejillas o dentro de la cavidad . Sin embargo, también puede aparecer picor, ardor o cosquilleo antes de que se desarrollen las lesiones.

Es frecuente que las personas que tienen herpes labiales también sufra dolor (incluso en las encías, la garganta, cabeza o a nivel muscular), inflamación (también de los ganglios linfáticos) o incluso fiebre y malestar general, sobre todo en el primer brote. Además, las ampollas pueden derivar en costras si estallan o se abren.

 Shutterstock 162
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Los síntomas variarían en función de si es el primer brote que se tiene y de la recurrencia del virus.

Tratamiento del herpes labial

El virus del herpes labial no se puede eliminar por completo del cuerpo, puesto que permanece latente en los ganglios nerviosos. Por ello, pueden reactivarse y desaparecer de forma periódica: esto puede ocurrir por situaciones de estrés, por fiebre, exposición al sol, la menstruación, una bajada de las defensas...

Sin embargo, sí que es posible acortar la duración de los brotes, reducir la frecuencia de aparición y aliviar los síntomas a través de una serie de tratamientos y buenos hábitos.

Contra los brotes

Una vez han aparecido los herpes, debido a que es una infección que nunca desaparece del todo, lo único que puede hacerse es seguir un tratamiento (prescrito por un especialista) para que las llagas se vayan antes.

Se pueden utilizar cremas antivirales que aceleran la cicatrización de las lesiones. Estas se pueden usar antes de que aparezcan las llagas, cuando se empieza a notar el cosquilleo o picor que precede al herpes, o cuando ya se han formado con la intención de reducir su duración. El tratamiento también puede ser en forma de pastillas antivirales, que se emplean sobre todo en casos recurrentes o severos.

Además, durante los brotes, es importante llevar a cabo una serie de remedios de apoyo a la crema o las pastillas: utilizar bálsamos labiales que tengan protección solar, evitar tocar las llagas (pueden infectarse o romperse, produciéndose aún más dolor y costras) y mantener la zona limpia y seca.

El doctor López Rosetta nos cuenta los síntomas que nos provoca tener herpes.

Prevenir rebrotes

Para evitar que los herpes aparezcan con tanta frecuencia, se debe seguir una rutina de cuidado general que reforzará el sistema inmune: es importante dormir bien, ya que el correcto descanso permite que nuestro cuerpo funcione correctamente; mantener una dieta equilibrada y saludable; reducir el estrés, aunque en ocasiones esto no es posible; y usar protector labial contra el sol porque esto también favorece los rebrotes.

Además, algunas personas que sufren brotes frecuentes toman tratamiento antiviral diario como forma de prevención.