Un banco obliga a tres empleados jóvenes a trabajar 20 horas al día: dos acaban en el hospital y uno despedido por “baja productividad”

Varios empleados de Robert W. Baird denuncian jornadas laborales de hasta 110 horas semanales y aseguran que la firma trata como “escoria” a sus trabajadores

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Despido. (Adobe Stock)
Despido. (Adobe Stock)

Al menos dos empleados de un banco estadounidense han sido hospitalizados después de que la entidad los obligase a trabajar jornadas de hasta 110 horas semanales, según informa The Wall Street Journal. Los trabajadores, que dedicaban unas 20 horas al día a su puesto como analistas Junior, han necesitado asistencia médica por enfermedades que los médicos achacan a la intensidad de su jornada laboral.

La centenaria firma Robert W. Baird, un banco de inversión privado con sede en Milwaukee (Wisconsin, Estados Unidos), forzaba a sus empleados a pasar noches enteras en sus oficinas y sus superiores les reprobaban si se alejaban del escritorio, según relata el medio económico local.

Se trata del último caso de una serie de incidentes que han sido reportados en años recientes, entre los que destaca la muerte de dos trabajadores en entidades bancarias con culturas corporativas similares. Carter McIntosh, un joven banquero especializado en finanzas y tecnología que trabajaba para Jefferies, falleció por una supuesta sobredosis de estupefacientes tras haber registrado una jornada de más de 100 horas en una semana, mientras que el analista para Bank of America Leo Lukenas murió con tan solo 35 años por un coágulo sanguíneo en condiciones laborales similares. Estas muertes ya causaron una ola de críticas sobre las prácticas laborales en el sector financiero y algunos bancos llegaron a implementar medidas para mejorar las condiciones de sus empleados.

Despedido tras una visita al hospital

En abril de este año, un banquero de Baird publicó un mensaje anónimo en la plataforma digital para trabajadores del sector financiero norteamericano Wall Street Oasis en el que aseguraba que como analista y asociado en la firma es tratado como “escoria”. A él se sumaron cientos de empleados anónimos para denunciar el tratamiento del banco y contar sus propias historias.

Entre los casos que han salido a la luz destacan los de dos antiguos miembros de la plantilla del banco que tuvieron que ser hospitalizados tras haber trabajado jornada extensas, pese a que uno de ellos ya había manifestado ante recursos humanos sus críticas en torno a la carga laboral ejercida sobre los trabajadores. Un tercer empleado sufrió una insuficiencia en el páncreas, que los doctores relacionan con la intensidad de su trabajo, y fue despedido por baja productividad tras sus segunda visita al hospital.

Trabajador es despedido por su
Trabajador es despedido por su empresa. (@FerrerAbogado en X)

Pese a las condiciones extremas en las que trabajaban los analistas, algunos ex empleados han afirmado que el pasado año sus superiores instaron a mejorar al eficiencia y continuaban extendiendo críticas sobre su nivel de productividad.

La respuesta del banco

Algunas de estas publicaciones mencionaban a Aaron Haney, un cargo de nivel medio en el banco al que se acusaba de vulnerar los derechos de los trabajadores estableciendo horarios de trabajo muy intensivos. Tras la polémica, el banco habría despido a Haney, según informe Wall Street Journal.

Tras el revuelo por las denuncias anónimas, el equipo directivo de Baird llamó a sus empleados a una reunión para que estos presentasen formalmente sus quejas, pero los intentos de reforma se quedaron cortos según reportan los trabajadores, que todavía se ven obligados a superar el máximo de horas semanales de trabajo acordadas, que fue de 80 horas a la semana.