“Menos explotación laboral y un poquito de calidad de vida”: la respuesta de un bar a la reseña de un cliente que se quejaba de que cerraran los domingos

Cuando estamos de fin de semana o aprovechando que es festivo, nos gusta salir a la calle y disfrutar de nuestro tiempo libre, dando un paseo y haciendo una parada en un bar para tomar algo y de paso, quedarnos a comer. Pero que nosotros podamos bebernos un vermut implica que haya alguien detrás de la barra atendiéndonos, los camareros.

Si por algo se caracteriza el sector hostelero, es por tener turnos interminables, salarios bajos, horas extra sin remunerar y, en muchas ocasiones, malos tratos por parte de clientes y empleadores. A pesar de todas estas condiciones, se muestran amables de cara al público. Sin embargo, en aquellas ocasiones en las que no nos muestran la mejor de sus sonrisas, el monstruo de las reseñas está al acecho.

En los últimos tiempos, se ha vuelto popular que tras la experiencia en un restaurante, nos paremos a escribir una opinión sobre el servicio o la comida. Algo que sería beneficioso si todas las reseñas fueran positivas, lo malo, es que parece que sólo las redactamos cuando tenemos algo que criticar. Lo que no piensan los usuarios antes de teclear, es en el daño que pueden hacer a los establecimientos con tan unas simples palabras. Una crítica negativa, incluso si carece de fundamento, puede influir en la percepción pública y disuadir a potenciales clientes.

Jesús Soriano, más conocido en redes como @soycamarero, es desde hace ocho años el máximo representante de sus compañeros de profesión. En sus publicaciones de X, Instagram y TikTok, comparte denuncias de los trabajadores de hostelería, ofertas de trabajo que parecen sacadas de una cámara oculta, conversaciones de empleados lidiando con la tiranía de sus jefes y reseñas injustas de clientes. Es uno de estos últimos casos, el que ha generado polémica entre sus seguidores.

En esta ocasión, un cliente cuenta que paró de madrugada en un establecimiento que estaba cerrado, algo que calificó de “normal”. Por la mañana, se acercó otra vez para tomarse un café y “comer algo”, pero se volvió a encontrar con la persiana bajada. “Pone un cartel en la puerta ‘cerrado por la fiesta del trabajador’ y también pone que los domingos y festivos está cerrado por descanso del personal”, relató. Una decisión con la que él está en desacuerdo, puesto que, según defiende, “ya tiene el domingo para descansar”. “Pienso que menos descanso y más servicio, ya que se encuentra a pie de carretera”, sentenció.

Una reseña a la que el dueño del establecimiento no tardó en responder dando explicaciones que no tendría que dar. “Cerramos los domingos, el único festivo que cerramos es el día del trabajador”, arranca. “Ya consideramos nosotros el descanso que necesitamos tanto los dueños, como mis trabajadoras”, continua. “Menos explotación laboral y un poquito de calidad de vida, que consideramos que trabajamos bastante y damos un buen servicio desde las seis de la mañana hasta las once de la noche”, sentencia.

Los seguidores de Soriano también han querido opinar sobre esta situación. “Derechos laborales para mí sí. Para el resto, ya si eso lo dejamos para otro día, menudo sinvergüenza”, “No quieren que la gente que les da servicio, tenga derecho y vida propia, quieren esclavos que estén 24 horas a su disposición” o “Como él vive puteado quiere que todos vivan igual”, son algunos de los comentarios que podemos leer