Un pediatra alerta del peligro del uso de las “bolsas tapalenguas” para evitar el mal sabor de las medicinas

Cualquier objeto en la boca de un niño puede provocar un atragantamiento

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La asfixia por atragantamiento es una de las principales causas de mortalidad en la infancia, especialmente en niños de entre 1 y 5 años, según la Asociación Española de Pediatría (AEP). En esta etapa, sus habilidades motoras y de deglución aún no están completamente desarrolladas, lo que los hace particularmente vulnerables. Este tipo de accidentes ocurre de forma inesperada, cuando un cuerpo extraño obstruye la vía respiratoria, impidiendo el paso normal del aire. Si la obstrucción es completa o cercana a serlo, existe un alto riesgo de muerte.

El atragantamiento puede ser causado por alimentos mal masticados, pero también por objetos pequeños que los niños se llevan a la boca, algo común en edades tempranas cuando exploran el entorno. En este sentido, el enfermero Luis Cabezas, que a través de su cuenta de TikTok (@luiscabezasvallejo) recuerda la importancia de estrategias preventivas y educativas para padres y cuidadores, ha llamado la atención sobre una práctica que ha visto en las redes sociales. En uno de sus videos, Cabezas advierte del peligro sobre el uso de dispositivos improvisados, como “bolsas tapalenguas”, para administrar medicamentos a los niños sin que estos tengan que soportar el mal sabor.

¿Qué hacer si un niño se está atragantando?

La AEP establece protocolos claros para enfrentar un episodio de atragantamiento, que varían según el grado de obstrucción de la vía respiratoria y el estado de consciencia del niño. Son los siguientes:

  1. Niño consciente que tose:
    1. Si el niño está consciente y tose con fuerza, es fundamental no intervenir. La tos es el mecanismo natural más efectivo para despejar la vía respiratoria. No se deben realizar golpes en la espalda ni intentar extraer el objeto de la boca si no es visible.
  2. Niño consciente con tos inefectiva:
    1. Si la tos es débil, acompañada de dificultad para respirar, se debe:
      1. Llamar inmediatamente al 112.
      2. Mirar la boca y, solo si el objeto es visible, intentar extraerlo.
      3. En niños mayores de un año, alternar 5 golpes secos en la espalda (entre los omóplatos, inclinando al niño hacia adelante) con 5 compresiones abdominales (maniobra de Heimlich).
      4. En lactantes (menores de un año), se deben hacer 5 golpes interescapulares con el niño boca abajo sobre las piernas, seguido de 5 compresiones torácicas utilizando dos dedos en el centro del pecho.
      5. Esos pasos se repetirán hasta que el niño respire con normalidad, expulse el objeto o pierda el conocimiento.
  3. Niño inconsciente:
    1. Si el niño pierde el conocimiento, es necesario:
      1. Confirmar la llamada de emergencia al 112.
      2. Iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).
      3. Colocarlo en una superficie dura, abrir la vía aérea (maniobra frente-mentón) y comprobar si respira.
      4. De no haber respiración, realizar ventilaciones boca a boca, seguidas de compresiones torácicas (30 compresiones por 2 ventilaciones), hasta que llegue ayuda médica o el niño recupere la respiración.

Prevención y errores comunes

Prevenir el atragantamiento requiere supervisión constante, especialmente durante las comidas o cuando los niños juegan con objetos pequeños. Evitar alimentos de alto riesgo, como uvas enteras, salchichas sin cortar o frutos secos, además de mantener fuera de su alcance piezas pequeñas o juguetes, es esencial para reducir la probabilidad de incidentes. Algunos errores comunes que recogen los pediatras en el manejo del atragantamiento incluyen:

  • Introducir los dedos en la boca: Si el objeto no es visible, maniobrar con los dedos puede empeorar la situación, empujando el cuerpo extraño más profundamente.
  • Golpear la espalda mientras el niño tose eficazmente: Interrumpir la tos natural puede agravar la obstrucción.
  • Colocar al niño boca abajo y sacudirlo: Este método no solo es ineficaz, sino también peligroso, ya que podría causar lesiones graves.
  • Uso de dispositivos “anti atragantamiento”: No existe evidencia científica concluyente que respalde su efectividad, y su uso indebido puede causar retrasos en intervenciones más adecuadas.

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