Qué es la mancha mongólica de los bebés recién nacidos y cuándo desaparece

Esta lesión de carácter benigno no necesita tratamiento, pues “no se han descrito casos de malignización“

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Una matrona sostiene a un
Una matrona sostiene a un bebé recién nacido (AdobeStock)

Ante la aparición de la mancha mongólica o mancha de Baltz en los bebés recién nacidos, muchos padres se preocupan por si se trata de una condición dañina. Sin embargo, se trata de una lesión de carácter benigno, que está presente o desde el nacimiento o a las pocas semanas de vida. Por norma general, la mancha mongólica desaparece en los primeros años del menor.

La doctora Matilde Velasco, coordinadora de Pediatría de HM Hospitales, asegura que la mancha mongólica no necesita de tratamiento; aunque si la lesión perdura hasta la edad adulta, se puede hacer uso de la laserterapia. Según cuenta la pediatra en una entrevista con Europa Press Infosalus, “no se han descrito casos de malignización“.

Esta melanocitosis dérmica, como también se le conoce, se presenta como una o varias lesiones pigmentadas de la piel, de color azul grisáceo, azul verdoso o marrón, la más frecuente en recién nacidos. Además, presenta diversas formas y tamaños, pudiendo llegar a los 10 centímetros de diámetro o más; siendo sus bordes irregulares, indefinidos. “Es el resultado de la desaparición tardía de los melanocitos dérmicos, y la zona en la que más frecuentemente permanecen activos tras el nacimiento es en la zona sacra y en la zona medial glútea”, apostilla, al tiempo que recuerda que la localización más común es la zona glúteo-sacra, seguida de los hombros.

Cuándo desaparece la mancha de Baltz

La mancha de Baltz desaparece entre el primer y el segundo año de vida. En una minoría de casos puede persistir hasta la edad adulta, sobre todo las de coloración más oscura, o las que son mayores de 10 centímetros, las que son múltiples, o bien si están localizadas fuera de la zona sacro-glútea.

Para su aparición existen factores étnicos, de manera que es más frecuente en asiáticos, seguidos por raza negra (80%), hispánicos (40%), y por último caucásicos y judíos (10%). “La denominación de “mancha mongólica” se debe precisamente a su elevada frecuencia en razas orientales, sobre todo en los mongoles (hasta 90% de los recién nacidos)”, puntualiza esta pediatra.

Puede raramente asociarse a algunas enfermedades producidas por errores congénitos del metabolismo, como la gangliosidosis GM1 y la mucopolisacaridosis tipo I, tal y como afirma, así como fruto de otras enfermedades sindrómicas. “En estos casos la mancha suele ser aberrante, extensa, y múltiple”, califica esta experta.

Nace en España el primer bebé de Europa gestado por dos mujeres.

El diagnóstico de la mancha mongólica

El diagnóstico es fácil de establecer cuando la presentación y la localización son típicas: “El pediatra lo suele reseñar en los informes de las primeras exploraciones del recién nacido”.

El diagnóstico diferencial es necesario en lesiones aberrantes, muy extensas o asociadas a malformaciones, eso sí, y dice que se realiza con otras lesiones hiperpigmentadas, como el nevus azul, el nevus de Ota, y el nevus de Ito; o bien con malformaciones vasculares, etc. “Los hematomas que aparecen en lactantes menores de 9 meses, en nalgas y en espalda, sin mancha de Baltz previa, obligan a descartar maltrato infantil”, asevera la doctora Velasco.

Solo en caso de manchas de gran extensión, o permanentes, o asociadas a malformaciones será necesario consultar con un especialista, tal y como afirma la coordinadora de Pediatría de HM Hospitales.

*Con información de Europa Press