Cuál es el gasto en defensa de cada país de la OTAN: este es el lugar en el que se encuentra España

Solo ocho de los países pertenecientes a la organización incumplen el objetivo del 2% del PIB, lejos de 5% ideado por Trump

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Bandera de la OTAN (Daniel
Bandera de la OTAN (Daniel Naupold/dpa)

Ocho países de los 32 que conforman la OTAN siguen sin cumplir con el compromiso de destinar al menos el 2% de su PIB a defensa, entre ellos España, que se mantiene como el más rezagado con una inversión de apenas el 1,28%, según datos de la organización correspondientes a 2024.

Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el debate sobre el gasto militar ha vuelto a encenderse al otro lado del Atlántico. El presidente estadounidense ya ha insinuado la posibilidad de elevar el listón hasta el 5% y ha puesto en duda la conveniencia de que su país continúe financiando la alianza si algunos miembros no se implican más.

El 5%, una meta aún lejana

Sin embargo, el objetivo del 5% es poco realista, teniendo en cuenta que todavía no se ha logrado consolidar el 2% como estándar, y ningún país —ni siquiera Estados Unidos— alcanza ese nuevo umbral. Trump, además, ha prometido reducir el gasto público, lo que choca con su propuesta. Solo Polonia, que lidera la inversión en defensa con un 4,12% de su PIB y planea elevarla al 4,7% este año, roza esa cifra.

Estados Unidos, pese a destinar el 3,38%, es el único país que ha reducido su aportación desde 2014, aunque sigue financiando casi dos tercios del presupuesto total de la OTAN. En 2024, el número de países que cumplieron con el objetivo del 2% ha pasado de 10 a 23, y el gasto total ha crecido un 11% en términos reales. No obstante, el esfuerzo estadounidense continúa sin encontrar una respuesta proporcional entre sus socios europeos.

España, el país más rezagado

El presidente del Gobierno, Pedro
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez en la cumbre de la OTAN, en el marco del 75 aniversario de la organización (Europa Press)

España sigue siendo el país que menos invierte en defensa dentro de la OTAN. Con un gasto del 1,28% de su PIB, se sitúa por debajo de todos sus socios y por lejos del objetivo pactado. A pesar de los compromisos asumidos por el Gobierno y los anuncios de aumento progresivo, la inversión española sigue sin despegar.

Junto con España, otros siete países también incumplen el compromiso del 2%: Eslovenia, Luxemburgo, Bélgica, Italia, Portugal, Croacia y Canadá. La posición española ha generado críticas dentro de la organización, especialmente en un contexto geopolítico tan delicado como el actual, con la guerra en Ucrania como telón de fondo y la creciente presión por parte de Estados Unidos.

El este de Europa adelanta por la derecha

Distinta es la actitud de los países del este de Europa, cuyo gasto en defensa se ha disparado desde la invasión rusa de Ucrania. Polonia, Estonia, Letonia y Lituania han escalado posiciones en el ranking y se muestran dispuestos a seguir incrementando sus presupuestos militares. Estonia, por ejemplo, ya ha anunciado que invertirá entre el 5% y el 6% de su PIB en defensa a partir del próximo año y hasta al menos 2030, mientras que Lituania también ha fijado el 5% como objetivo.

El compromiso con la defensa colectiva se remonta a 2014, cuando los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN acordaron alcanzar juntos el 2% del PIB para 2024. La anexión de Crimea por parte de Rusia fue entonces el detonante. Aunque los avances han sido lentos, la guerra en Ucrania ha forzado un cambio de rumbo. Alemania, por ejemplo, ha superado por primera vez desde 1992 el umbral del 2%, rompiendo con décadas de subinversión.

Un nuevo desafío presupuestario

Biden tuvo un lapsus en el cierre de la cumbre de la OTAN, presentando a Zelenski como "presidente Putin".

La gran cuestión en Europa ahora es cómo financiar ese aumento necesario para acercarse al esfuerzo de Estados Unidos, reforzar la disuasión frente a Rusia y mostrar firmeza ante Washington. Algunas capitales europeas temen que la ciudadanía no acepte una subida de impuestos o recortes en servicios públicos. Frente a estas dudas, Lituania ha propuesto recurrir a la deuda pública —incluso a nivel comunitario— como ya ocurrió con los fondos de recuperación. Sin embargo, esta opción choca con la ortodoxia fiscal de Bruselas, que solo se ha flexibilizado de forma excepcional tras la pandemia y que vuelve a endurecerse tras la reciente reforma de las reglas de gasto.

Más allá de los números y de la presión de Trump con su apuesta por el 5%, todo apunta a que en la próxima cumbre de la OTAN en junio se acordará un nuevo objetivo informal. Hasta ahora, un umbral de entre el 3% y el 3,5% se presenta como el escenario más probable. Habrá que ver si las amenazas del presidente estadounidense y el empuje del este europeo logran mover esa línea.