Un pueblo inglés paga 1,5 millones de libras al año al príncipe Guillermo por una prisión abandonada y los ex reclusos afirman que el edificio les provocó cáncer

​El cierre de la prisión de Dartmoor en el pueblo inglés de Princetown ha desencadenado una crisis económica y sanitaria en la comunidad local. La cárcel fue clausurada en julio de 2024 tras detectarse niveles de gas radón hasta 14 veces superiores al límite legal, lo que obligó a trasladar a los 682 reclusos a otras instalaciones, según ha adelantado The Guardian. Este edificio se fundó para albergar a los prisioneros franceses de las guerras napoleónicas y desde entonces ha seguido funcionando.

A pesar de su cierre, el Ministerio de Justicia británico continúa pagando 1,5 millones de libras anuales al Ducado de Cornualles, propiedad del príncipe Guillermo, por el arrendamiento del edificio. Este contrato de 25 años, firmado en diciembre de 2023, estipula que el gobierno es responsable de todas las reparaciones, incluso si la prisión permanece vacía, según el medio británico. Esta situación ha generado indignación entre los residentes y ex reclusos. Unos 500 antiguos internos y empleados planean demandar al Ministerio, alegando que la exposición al radón les ha causado problemas de salud graves, incluyendo cáncer.

Según The Guardian, del grupo que presentó la demanda, 10 personas han padecido cáncer, de las cuales dos de ellas han fallecido. Por su parte, otros también han señalado tener síntomas relacionados con la intoxicación de radón como problemas respiratorios. Desde la Organización Mundial de la Salud han destacado que este es un gas radiactivo que puede encontrarse en grandes concentraciones dentro de edificios. “Se estima que la proporción de los casos de cáncer de pulmón a nivel nacional atribuibles al radón con respecto al total varía de un 3% a un 14%”, ha manifestado la OMS.

En el medio británico, han recogido el testimonio de Lindon Ball, un ex recluso que cumplió condena en Dartmoor entre 2019 y 2020 por posesión de un arma de fuego sin licencia. Este ha expresado que “la prisión es un lugar horrible”. También, en esta “te tratan como a un perro”. Por otro lado, ha destacado que desde ese momento ha tenido problemas respiratorios: “Siento como si tuviera bultos en los pulmones. También tengo problemas cardíacos”.

El pueblo de Princetown, que dependía económicamente de la prisión y del turismo, enfrenta ahora un declive estimado en 30 millones de libras. La clausura de la cárcel y del centro de visitantes del Parque Nacional de Dartmoor ha reducido significativamente la afluencia de visitantes, afectando a negocios locales y servicios comunitarios.​ A esto se suma el gasto de más de un millón de libras para el príncipe Guillermo por el edificio carcelario, que se encuentra vacío como consecuencia de la concentración de radón.

La comunidad local critica la falta de acción efectiva y la continua percepción de abandono por parte de las autoridades.​ Mientras tanto, el futuro de la prisión de Dartmoor depende de una revisión del gasto gubernamental prevista para el verano de 2025. El Servicio Penitenciario ha declarado que la cárcel permanecerá cerrada temporalmente y que se están explorando opciones para su reapertura, aunque no se ha tomado una decisión definitiva.​