Quién es Víctor de Aldama: el empresario y expresidente del Zamora envuelto en la ‘trama Koldo’

En julio de 2020, el empresario Víctor de Aldama planeó un viaje a Georgia que incluía a destacadas figuras del ámbito político e institucional, como Begoña Gómez —mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez— y María Gámez, quien en ese momento ocupaba el cargo de directora general de la Guardia Civil. Aunque la iniciativa fue finalmente cancelada por la irrupción de la pandemia, su propósito era explorar posibilidades de inversión y negocio en el país caucásico. El proyecto contaba con el respaldo de la Organización Mundial del Turismo y fue coordinado por Aldama, entonces asesor de Globalia, en colaboración con Koldo García, asesor cercano del ministro José Luis Ábalos.

Las investigaciones del llamado ‘caso Koldo’ siguen arrojando detalles que comprometen a varias personalidades. Además de admitir ante el juez su participación en la distribución de sobres con grandes sumas de dinero que habrían recibido figuras como Ábalos, Santos Cerdán o el propio Koldo García, Aldama podría haber proporcionado documentación que apunta a posibles conexiones con el entorno del presidente Sánchez.

Conocido ahora como uno de los actores centrales del ‘caso Koldo’, Víctor de Aldama es un empresario madrileño con experiencia en asesoría legal y política. Su figura se volvió mediática tras salir a la luz su rol como intermediario entre empresarios y representantes públicos, en una trama presuntamente vinculada a contratos millonarios para el suministro de mascarillas durante los primeros meses de la crisis sanitaria por el COVID-19.

El nombre de Aldama cobró especial notoriedad en febrero de 2024, cuando se conocieron detalles de su implicación como supuesto comisionista en esta red de adjudicaciones irregulares. Según la Fiscalía Anticorrupción, llegó a establecer siete empresas en Portugal, con el objetivo de transferir al extranjero las ganancias generadas a través de estos contratos, sospechosamente valoradas en unos 6,7 millones de euros.

Estas maniobras despertaron las alarmas de la justicia, ya que el desvío de dichos fondos podría constituir un fraude fiscal, al dar lugar a cuotas defraudadas a la Agencia Tributaria. Tanto Aldama como la empresa involucrada en la adjudicación de los contratos, Soluciones de Gestión, están siendo objeto de inspección por parte de Hacienda.

Las actividades comerciales de Víctor de Aldama, junto a su socio Claudio Rivas, han sido también objeto de indagación judicial. Ambos fueron citados a declarar ante la Audiencia Nacional, donde el juez Santiago Pedraz decretó su ingreso en prisión provisional tras valorar indicios sólidos de su implicación en un presunto fraude al fisco por un importe superior a los 182 millones de euros, vinculado a operaciones en el sector de los hidrocarburos.

La conexión de Aldama con Venezuela ha generado especial interés en el marco de la investigación. Uno de los elementos recogidos en el sumario del caso es una conversación entre Koldo García y Juan Carlos Cueto —identificado como el “cerebro” de la trama— en la que se alude a un amigo de García destinado en Venezuela, supuestamente vinculado a “los verdes”, a quien se le habrían facilitado varias gestiones. Asimismo, la presencia de Aldama en el aeropuerto de Barajas durante la controvertida escala de Delcy Rodríguez añade otro punto de fricción en este complejo tablero de relaciones.

Más allá de sus negocios, Víctor de Aldama también se hizo un nombre en el ámbito deportivo. En 2018 asumió la presidencia del Zamora Club de Fútbol, que en ese momento atravesaba una delicada situación financiera y competía en Tercera División. Bajo su gestión, el club atrajo inversiones extranjeras, especialmente de patrocinadores mexicanos, lo que permitió sanear sus cuentas y escalar de nuevo a Segunda División B.

Sin embargo, su vinculación con la investigación judicial terminó por afectar directamente su papel en el club. En febrero de 2024, tras su detención, se vio forzado a abandonar la presidencia. Finalmente, presentó su dimisión formal en junio, cerrando así su etapa como dirigente deportivo.