La joven que no tenía trabajo fijo y pasó de ganar 14 euros la hora a cobrar más de 85.000 al año como guardabosques: su objetivo es jubilarse antes

A sus 33 años, la mujer tuvo empleos estacionales hasta 2022, cuando consiguió ascender y asentar su carrera profesional, por lo que ahora sueña con poder montar su propio negocio

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Sarah Myers trabaja como guardabosques
Sarah Myers trabaja como guardabosques en Estados Unidos. (Montaje de Infobae España)

¿Quién no ha soñado alguna vez con jubilarse pronto y tener tiempo suficiente para poder hacer un sinfín de planes? Este es, precisamente, el objetivo de una joven de Estados Unidos. Aunque a esto habría que añadir otro deseo: abrir su propio negocio. Y es que Sarah Myers puede permitirse dejar su trabajo en unos años y tener la vida que siempre quiso, ya que ha conseguido un empleo como guardabosques en el que cobra unos 92.100 dólares al año, lo que equivale a algo más de 85.000 euros. Pero uno de los datos más sorprendentes de su historia es que antes ganaba 15 dólares la hora, es decir, 14 euros.

Su puesto de trabajo actual como guardabosques responde a su pasión por las actividades al aire libre. Tal y como relató en una entrevista con CNBC, sus funciones diarias consisten en velar por el crecimiento continuo de los bosques, gestionar la venta de madera y colaborar en la prevención y manejo de incendios durante la temporada alta. “Me encanta la sensación de historia que se respira en los bosques”, comenta la mujer de 33 años, quien también destaca su fascinación por la idea de que estos árboles han permanecido en el mismo lugar durante generaciones. Además de desempeñar una labor que le apasiona, ha logrado incrementar sus ingresos.

Tuvo trabajos estacionales durante cinco años

La labor de Sarah Myers
La labor de Sarah Myers incluye la elaboración de mapas que ubican los focos de los incendios forestales. (EFE/Etienne Laurent)

El camino hacia su actual trabajo no fue sencillo. Tras graduarse en Gestión de Recursos Naturales por la Universidad de Cornell, y cursar un máster en Ciencias de la Información Geográfica en Penn State, uno de sus profesores le advirtió que, para acceder a un puesto federal, tendría que realizar entre seis y ocho años de trabajos estacionales.

Entre 2013 y 2017, cumplió con esa recomendación, acumulando experiencias en diferentes lugares y realizando contratos de entre 4 y 6 meses. En sus primeros años, su salario rondaba los 15 dólares por hora, mientras se encargaba de tareas como medir las características de los árboles, desde la especie hasta la altura. “El trabajo estacional es complicado porque no estás fijo en ningún lugar”, reconoce, explicando que vivía con las maletas hechas y con lo que podía transportar en su coche. Sin embargo, sus esfuerzos tuvieron recompensa: en enero de 2018 obtuvo su primer puesto permanente como guardabosques en Colorado, y en septiembre de 2022 ascendió a supervisora forestal.

Sus ingresos anuales varían, pero superan los 90.000 dólares

Este es el CV perfecto en la era digital, según una experta en recursos humanos: “No puede ser una lista de habilidades”.

En su jornada laboral, Myers se encarga de la planificación de proyectos y presupuestos destinados a la plantación de árboles, al fomento del crecimiento de los ejemplares jóvenes y a la gestión de las ventas comerciales de madera. Durante la temporada de incendios, su labor incluye la elaboración de mapas que ubican los focos de los incendios forestales, así como la localización de los bomberos y los suministros necesarios. Un trabajo que describe como ideal: “Es como si el puesto perfecto hubiera surgido y yo hubiera podido aprovechar toda mi experiencia y formación”.

Aunque sus ingresos anuales fluctúan, en 2024 su salario base ascendió a 77.390 dólares, a los que se sumaron 14.710 dólares por horas extraordinarias durante la temporada de incendios, alcanzando un total de 92.100 dólares.

Tiene claro qué quiere hacer en el futuro

A su vez, Sarah Myers dejó clara su preocupación por los recientes cambios en el Gobierno federal y los posibles recortes en la financiación: “No tenemos mucha red de seguridad”, señala. Ante esta incertidumbre, no duda con su objetivo financiero: “Poder jubilarnos antes, vivir con mi pareja, que también es trabajador público, y dedicarnos a una segunda carrera iniciando nuestro propio pequeño negocio”.

En cuanto a esa futura empresa, Myers rememora su infancia, cuando fabricaba sirope de arce “por diversión”. Su sueño siempre ha sido “volver al noreste, tener un arce azucarero en algún terreno y producir sirope de arce. Tal vez, incluso, tener una pequeña granja”.