De 40 horas a 120 y fines de semana incluidos: las extremas decisiones de Elon Musk para “cambiar el mundo”

Trabajar 120 horas a la semana, fines de semana incluidos. Esa es la jornada laboral que defiende Elon Musk, hasta tal punto que ha sido uno de los primeros en implementar estas prácticas que van más allá de lo convencional. El magnate, dueño de Tesla, SpaceX y X (anteriormente conocida como Twitter), actualmente lidera el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), puesto desde el que ha hablado sin tapujos sobre las expectativas que tiene para sus empleados. En una publicación en su cuenta de X aseguró que en “DOGE trabaja 120 horas semanales. Nuestros oponentes burocráticos, optimistas, trabajan 40 horas semanales. Por eso están perdiendo tan rápido”.

En su rol al frente del DOGE, cuyo objetivo es recortar el gasto público en EEUU, Musk ha defendido que los recortes más eficaces solo pueden ser alcanzados por empleados dispuestos a trabajar más de 80 horas a la semana. También en X, Musk explicó que se necesitan “revolucionarios de alto coeficiente intelectual dispuestos a trabajar más de 80 horas semanales en la reducción de costes”.

Pero Musk no se limita a imponer jornadas maratonianas de lunes a viernes en las oficinas de sus empresas, sino que también exige a su equipo que trabaje los fines de semana. En febrero de 2025, Musk respondió a un comentario que hablaba de la posibilidad de implementar recortes en el DOGE durante el fin de semana, afirmando que “muy pocos en la burocracia realmente trabajan el fin de semana, así que es como si el equipo contrario simplemente dejara el campo durante dos días. Trabajar el fin de semana es un superpoder”.

Además, él mismo ha reconocido que las jornadas laborales de fin de semana son parte integral de su estrategia para crear productos revolucionarios. En febrero de 2025, al anunciar el lanzamiento de Grok 3, una inteligencia artificial desarrollada por X, Musk destacó que el equipo de desarrollo estaría trabajando durante el fin de semana para “perfeccionar el producto”. Para Musk, la innovación nunca se detiene, ni siquiera los fines de semana.

La postura de Musk sobre las jornadas laborales extremas ha sido consistente a lo largo de los años. En noviembre de 2018, en una publicación que generó bastante controversia, Musk sostuvo: “Hay lugares mucho más fáciles para trabajar, pero nadie cambió el mundo trabajando 40 horas a la semana. Pero si amas lo que haces, (en su mayoría) no lo sientes como trabajo”. Así, deja claro que el sacrificio personal es, según él, una parte esencial del éxito y de las empresas que pretenden cambiar el curso de la historia, excusándolo en que, si disfrutan de lo que hacen, no sienten que su jornada laboral sea una carga.

En esta misma línea, a la pregunta de un usuario sobre cuál es el número “correcto” de horas que hay que trabajar para conseguir “cambiar el mundo”, Musk respondió que “varía según la persona, pero se mantiene en torno a 80, alcanzando en ocasiones un máximo de 100″. “El nivel de dolor aumenta exponencialmente por encima de 80″, concluyó.

A pesar de haber recibido numerosas críticas por promover una cultura laboral insostenible, Musk se mantiene firme en su convicción de que la única forma de lograr cambios disruptivos es a través de un compromiso absoluto y dedicado, sin límites.