Una mujer recibe 60.000 euros en subvenciones del Gobierno para reformar su negocio y se los gasta en compras personales: condenada por desvío de fondos

Una joven emprendedora pidió subvenciones del Gobierno para reformar su negocio, una pizzería en Porto Torres, Cerdeña, Italia. Y el Estado le concedió las ayudas a través del programa Resto al Sud, destinado a jóvenes empresarios de esa región del país. En total, recibió cerca de 60.000 euros, que debía utilizar exclusivamente para la reforma del local y la compra del equipamiento y la maquinaria necesarios para la actividad del establecimiento.

Hasta aquí todo parecía ir bien, una historia más de una joven emprendedora con muchos sueños y la ambición suficiente para hacerlos realidad. Sin embargo, este relato terminó en los juzgados y en una condena de cinco meses y diez días de prisión (que no deberá pasar entre rejas) por haber gastado, según la acusación, el dinero para otros fines personales. Según la acusación, a través de retiradas de efectivo y pagos con tarjeta, “una cantidad considerable del dinero fue destinada a gastos personales ajenos a la actividad empresarial”.

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El compañero de la acusada, quien trabajaba con ella como pizzero, testificó en el juicio. Aseguró que los fondos no se habían desviado y que él mismo se había encargado de utilizarlos conforme al proyecto de financiación, el cual contemplaba la posibilidad de emplear parte de los fondos en la compra de materiales para la reforma del local y bienes de uso empresarial. También afirmó haber realizado personalmente esas compras, que en su mayoría estaban respaldadas por facturas electrónicas emitidas por los distintos proveedores y presentadas ayer en el tribunal.

Pero los jueces consideraron que estos argumentos no fueron suficientes para exonerarla. El juez de instrucción preliminar del caso aceptó parcialmente la solicitud del fiscal —quien había pedido ocho meses de prisión— y condenó a la acusada por el delito de malversación de fondos públicos. La agencia Invitalia —organismo nacional de atracción de inversiones y desarrollo empresarial, dependiente del Ministerio de Economía— se constituyó como parte civil en el juicio. La acusada ha sido condenada a indemnizar los daños, cuya cuantía será determinada en un proceso ante el tribunal civil.

Las ayudas a los emprendedores son comunes en Europa, pero España tiene mucho por mejorar en este sentido. En el país, la mayoría de las pequeñas y medianas empresas se financian con recursos propios, mientras que las ayudas públicas y privadas disponibles son poco utilizadas. Según el estudio de Whitepaper D&O ‘El coste real de montar tu propia empresa’, el 81,2% de los emprendedores recurre a sus ahorros personales como principal fuente de financiación para iniciar sus proyectos. Este dato refleja una tendencia que contrasta con las prácticas en otros países europeos, donde las subvenciones y líneas de crédito juegan un papel más destacado en el impulso al emprendimiento.

El informe también detalla que un 29,4% de los pequeños empresarios opta por solicitar préstamos a familiares, amigos o conocidos para cubrir los costos iniciales de sus negocios. La dependencia de estas fuentes informales subraya la limitada accesibilidad o el desconocimiento de las ayudas institucionales disponibles en el país.