Hemorroides: causas, síntomas y tratamiento

Muchas personas padecen en silencio esta afección tan común, que puede causarla el estreñimiento o una dieta baja en fibra

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Una mujer sentada en el
Una mujer sentada en el inodoro orinando mientras tiene un rollo de papel higiénico en la mano (Imagen de archivo de Infobae)

Las hemorroides han sido motivo de muchos chistes, lo que en parte ha provocado que muchas personas sientan vergüenza al reconocer que las padecen. Sin embargo, se trata de una afección bastante común que muchos sufren en silencio.

Las almorranas, como también se les conocen, son venas hinchadas en la parte inferior del recto y el ano, parecidas a las varices. Según explican desde la Clínica Mayo, si se desarrollan dentro del recto, se llaman hemorroides internas; mientras que si aparecen alrededor de la piel del ano, son hemorroides externas.

La aparición de hemorroides se asocia con un aumento de presión en la parte inferior del recto, lo que provoca la hinchazón de las venas en esa área. Existen varios factores que pueden contribuir a este aumento de presión, como el esfuerzo excesivo durante las evacuaciones intestinales, el estreñimiento o la diarrea crónicos y permanecer sentado por períodos prolongados en el inodoro. En la mayoría de los casos, los síntomas son leves y se resuelven solos.

Además, la obesidad y el embarazo pueden añadir presión adicional sobre las venas pélvicas y rectales, favoreciendo su inflamación. Otras causas incluyen el levantamiento frecuente de objetos pesados y una dieta baja en fibra, que puede dificultar el tránsito intestinal y aumentar el riesgo de hemorroides.

Los síntomas de las hemorroides varían según su ubicación, afirman desde Clínica Mayo. Las hemorroides externas, que se encuentran bajo la piel alrededor del ano, suelen provocar picazón, irritación, hinchazón y, en algunos casos, sangrado. También pueden causar dolor o molestias, especialmente al sentarse o durante la evacuación intestinal. En cambio, las hemorroides internas, que se desarrollan dentro del recto, generalmente no son visibles ni causan molestias. Sin embargo, pueden manifestarse a través de sangrado indoloro durante las evacuaciones o con el prolapso de la hemorroide fuera del ano, lo que puede causar irritación y dolor.

En algunos casos, puede formarse un coágulo de sangre en una hemorroide externa, lo que se conoce como hemorroide trombosada. Esta condición suele ser más dolorosa y se caracteriza por la presencia de un bulto duro cerca del ano, acompañado de inflamación e hinchazón intensas.

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Cómo se tratan las hemorroides

El tratamiento de las almorranas depende de la gravedad de los síntomas, explican la Clínica Mayo. En muchos casos, las medidas de autocuidado pueden aliviar las molestias sin necesidad de intervención médica. Algunas recomendaciones incluyen realizar baños de asiento con agua tibia durante 10 a 15 minutos varias veces al día para reducir la inflamación, aplicar cremas o supositorios de venta libre que contengan hidrocortisona o hamamelis para aliviar la irritación, y mantener una higiene adecuada de la zona anal, evitando el uso de papel higiénico seco o perfumado.

Para reducir el riesgo de desarrollar hemorroides o prevenir su recurrencia, es fundamental adoptar hábitos saludables. Una dieta rica en fibra, con abundantes frutas, verduras y cereales integrales, favorece un tránsito intestinal adecuado y reduce el esfuerzo durante la defecación. Mantenerse bien hidratado también es clave, ya que el consumo suficiente de agua ayuda a mantener las heces blandas y evita el estreñimiento. Además, es importante evitar el esfuerzo excesivo al evacuar y no retrasar la necesidad de defecar.