Por qué se orina rojo y el problema de salud que podría indicar

Los riñones producen la orina como parte del proceso de filtración y eliminación de desechos del cuerpo. Compuesta principalmente por agua, sales minerales y productos metabólicos como la urea y el ácido úrico, su color, olor, transparencia, cantidad y espuma pueden ofrecer pistas importantes sobre el estado de salud y alertar de posibles enfermedades.

La tonalidad habitual varía entre el amarillo claro y el ámbar oscuro debido a la presencia de urocromo, un pigmento nitrogenado, y de urobilina, un producto derivado del metabolismo de la bilirrubina tras la degradación de la hemoglobina.

Sin embargo, alimentos, medicamentos y otros factores pueden alterar el color y el olor de la orina, que puede presentar tonos amarillos, naranjas, rojos, azules, verdes, marrón oscuro o incluso blanco turbio. Algunos fármacos pueden provocar cambios temporales, por lo que se recomienda esperar 24 horas para observar si la alteración persiste. En caso afirmativo, se recomienda consultar a un especialista.

Tal y como remarca el portal especializado en medicina Mayo Clinic, la presencia de orina de color rojo no siempre indica la existencia de glóbulos rojos o problemas de salud.

En algunos casos, ciertos medicamentos pueden ser la causa, como la fenazopiridina, utilizada para aliviar el malestar en las vías urinarias, que tiñe la orina de esta tonalidad. De igual manera, el consumo de alimentos como la remolacha o el ruibarbo puede provocar una coloración rojiza temporal sin que esto suponga un problema.

No obstante, como es difícil discernir entre si este cambio se debe a un problema médico o un cambio en la alimentación, la mejor opción siempre es consultar a un profesional médico.

La presencia de sangre en la orina puede deberse a múltiples afecciones cuando los riñones u otras partes del tracto urinario permiten que las células sanguíneas se filtren. Entre las causas más comunes se encuentran infecciones, enfermedades renales o el uso de ciertos medicamentos.

Las infecciones de las vías urinarias ocurren cuando bacterias ingresan en la uretra y se multiplican en la vejiga, generando cambios en el color, un olor fuerte y síntomas como ardor al orinar y necesidad frecuente de ir al baño. En casos más graves, las bacterias pueden llegar a los riñones, produciendo una infección renal o pielonefritis, que además de los síntomas anteriores, suele provocar fiebre y dolor en la espalda, el costado o la ingle.

Otra causa frecuente es la formación de cálculos renales o vesicales, pequeños cristales minerales que se acumulan en las paredes de los riñones o la vejiga. El agrandamiento de la próstata, común en hombres de mediana edad, puede bloquear parcialmente la uretra y generar dificultades para orinar, urgencia persistente o presencia de sangre.

Enfermedades como la glomerulonefritis, que inflama los filtros renales, también pueden causar hematuria microscópica. Otras enfermedades hereditarias, como la anemia de células falciformes o el síndrome de Alport, afectan la estructura de los glóbulos rojos y los vasos sanguíneos renales, generando orina con sangre visible o microscópica.

El cáncer de riñón, vejiga o próstata en estadios avanzados puede manifestarse con hematuria visible. En estos casos, la detección precoz es clave, ya que los síntomas suelen aparecer en etapas tardías. Las lesiones renales derivadas de accidentes o deportes de contacto también pueden provocar hematuria. De igual forma, el ejercicio físico intenso, especialmente deportes de resistencia como el maratón, puede generar sangre en la orina, posiblemente por daños en la vejiga o esfuerzos prolongados, aunque suele resolverse en una semana.

Algunos medicamentos, como la ciclofosfamida (empleada en el tratamiento del cáncer), la penicilina y los anticoagulantes como la heparina o la aspirina, pueden causar sangrado en la orina al interferir con la coagulación.