Cambio del cargador de móvil en la Europa: ¿las marcas pueden vender nuevos dispositivos sin incluir cargador?

La Unión Europea implementará una medida sobre los cargadores que cambiará el futuro de los dispositivos tecnológicos

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Cargador USB-C. (Dado Ruvic/REUTERS)
Cargador USB-C. (Dado Ruvic/REUTERS)

Es complicado imaginarse pasar un día entero sin estar en contacto con ningún aparato tecnológico. Los dispositivos se han convertido en una parte indispensable del día a día de la vida de las personas y, en consecuencia, también los cargadores. Sin embargo, para los usuarios de tecnología de diferentes marcas, transportar un cable diferente para cada aparato podía llegar a ser un problema.

No obstante, esta situación cambiará a partir de 28 de diciembre. Todos los teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos que se vendan en la Unión Europea tendrán que estar dotados de un puerto de carga USB-C. Este modelo se ha tomado como estándar o universal, de tal forma que todos los puntos de carga puedan ser compatibles.

Esta medida se ha tomado para cumplir con la Directiva de equipos de radio 2014/53/UE y su adaptación al marco español mediante el Real Decreto 188/2016. No se prohíbe el uso de otros receptáculos siempre que los dispositivos cubiertos estén también equipados con el receptáculo USB tipo C descrito en la norma EN IEC 62680-1-3.

Se verán afectados los smartphones, tabletas, cámaras digitales, auriculares (con y sin micrófono), videoconsolas portátiles, altavoces inalámbricos, lectores de libros electrónicos, teclados, ratones y dispositivos de navegación portátiles. En el caso de los ordenadores portátiles, la obligatoriedad de incluir el puerto USB-C entrará en vigor más tarde, en concreto, el 28 de abril de 2026. Sin embargo, los dispositivos más pequeños, como relojes inteligentes o pulseras de actividad, quedan exentos debido a limitaciones de tamaño y condiciones de uso específicas.

¿Los dispositivos se pueden vender sin cargador?

Esta medida no solo se ha tomado para reducir los costes de la producción de aparatos electrónicos, sino también para reducir el impacto medioambiental de ese sector. Según las estimaciones de la Comisión Europea, la introducción del cargador común permitirá ahorrar hasta 250 millones de euros anuales en compras innecesarias y reducirá significativamente las 11.000 toneladas de residuos electrónicos que se generan cada año en Europa. Marcas con Apple, que contaban con un sistema de carga único en el mercado, ya tuvieron que implementar esta medida en sus últimos modelos, concretamente desde el iPhone 15 y posteriores.

Ahora los cables contarán con
Ahora los cables contarán con distintivos para que los usuarios no tengan problemas al seleccionarlos.

Además, al compartir formato de carga, los aparatos podrán comercializarse con y sin cables. Según indican desde el ministerio para la Transición Digital y de la Función Pública, los vendedores deberán de ofertar la opción de adquirir sus productos tanto con cargador como sin él. Para garantizar la transparencia, los fabricantes deberán indicar claramente en el embalaje y en las instrucciones si el producto incluye o no un cargador. También se exige que esta información esté visible en las plataformas de venta online, junto al precio del dispositivo.

El impacto ambiental y económico

La implementación del cargador común es parte de un esfuerzo más amplio de la Unión Europea para enfrentar los desafíos ambientales vinculados a la tecnología. La UE asegura que la reducción de residuos electrónicos jugará un papel clave en el logro de los objetivos de sostenibilidad. Al mismo tiempo, los consumidores se beneficiarán económicamente al no tener que comprar cargadores adicionales para cada nuevo dispositivo.

Aunque la medida ha sido bien recibida tanto por los consumidores como por los defensores del medio ambiente, ha supuesto ciertos desafíos para los fabricantes de tecnología. Apple, famosa por su conector Lightning, ya ha comenzado a adaptar sus productos para cumplir con la nueva normativa, marcando el fin de una era para uno de sus accesorios más emblemáticos.

Con esta regulación, la Unión Europea refuerza su posición como líder en estándares tecnológicos y sostenibilidad. Los consumidores podrán disfrutar de una experiencia más sencilla y respetuosa con el medio ambiente, mientras que la industria deberá adaptarse a un mercado cada vez más orientado a la eficiencia y la sostenibilidad.