“Dos bobos en un auto”: el día que Tom Cruise y Dustin Hoffman dudaron del éxito de Rain Man

El armado de la película estuvo lleno de incertidumbre, cambios de directores y anécdotas insólitas antes de alzarse con los premios de la Academia de la Academia

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La película Rain Man enfrentó
La película Rain Man enfrentó cambios de directores, dudas y anécdotas insólitas antes de convertirse en un clásico del cine (Metro-Goldwyn-Mayer Studios Inc.)

La gestación de Rain Man estuvo marcada por la incertidumbre, el escepticismo de sus protagonistas y un proceso de rodaje repleto de obstáculos inesperados. Antes de convertirse en un clásico y obtener cuatro premios Óscar, la película fue vista por sus propios actores principales como un proyecto dudoso, casi condenado al fracaso.

El primer encuentro y una promesa inesperada

El primer contacto profesional entre Tom Cruise y Dustin Hoffman se remonta a 1984, en un restaurante de Nueva York. En aquel entonces, Cruise era poco conocido en la industria, aunque ya había sido nominado al Globo de Oro por “Risky Business”.

La relación entre Tom Cruise
La relación entre Tom Cruise y Dustin Hoffman comenzó con una promesa en Broadway y culminó en el éxito de Rain Man (Metro-Goldwyn-Mayer Studios Inc.)

Impulsado por su hermana, Cruise decidió acercarse a Hoffman, quien lo sorprendió al reconocerlo y lo invitó a presenciar su obra en Broadway, “Muerte de un viajante”. Tras la función, Hoffman fue directo con Cruise: “Oye, tú y yo vamos a hacer una película juntos algún día”. Dos años después, Hoffman honró su palabra y le hizo llegar el guion de Rain Man, sellando el inicio de una asociación que, pese al entusiasmo inicial, pronto se vería sacudida por la duda.

“Dos bobos en un auto”: el escepticismo lleva la voz cantante

A lo largo del desarrollo del proyecto, ambos actores manifestaron un notable escepticismo sobre el potencial de la película. Según relata SensaCine, Cruise y Hoffman comenzaron a referirse al filme con el apodo irónico de “Dos bobos en un auto”. Este término nació como una broma entre ellos, pero evidenciaba las dudas respecto al guion y a la capacidad de la trama para conectar con el público. A medida que los retrasos y los problemas de producción se acumulaban, la confianza en el resultado disminuía.

El apodo 'Dos bobos en
El apodo 'Dos bobos en un auto' reflejó la falta de confianza de los protagonistas en el éxito de Rain Man (Metro-Goldwyn-Mayer Studios Inc.)

Lejos de ser una simple ocurrencia privada, el apodo se extendió a otros miembros del equipo. Sydney Pollack, uno de los directores involucrados antes de la llegada de Barry Levinson, expresó su rechazo al proyecto con una frase que quedó para el recuerdo: “No quiero hacer una película sobre dos bobos en un auto”. Levinson, con ironía, replicó: “Dos bobos en un auto es una buena idea. Yo hice una película sobre cinco bobos en una cena. Esto son tres bobos menos y un mejor guion”. Estos intercambios reflejan el ambiente peculiar y la falta de certezas que dominaron la gestación de la película.

Cuatro directores y una producción accidentada

El camino hacia el rodaje estable fue aún más accidentado. Durante dos años, Cruise y Hoffman se aferraron al proyecto a pesar de la rotación de hasta cuatro directores antes de que Barry Levinson finalmente asumiera el mando. Levinson no solo aportó estabilidad, sino también una nueva confianza creativa. No obstante, la atmósfera de dudas permanecía intacta entre los actores y parte del equipo técnico.

Barry Levinson aportó estabilidad y
Barry Levinson aportó estabilidad y confianza creativa a Rain Man tras la rotación de cuatro directores

En el proceso, la expresión “dos bobos en un auto” se convirtió en una especie de lema informal que definía el ánimo en el set. Según varias anécdotas, el escepticismo pesaba tanto que incluso Hoffman llegó a considerar que participar iba a ser uno de los mayores errores de su carrera. A pesar de las tensiones, el equipo siguió adelante, impulsado más por la inercia y los compromisos adquiridos que por una verdadera convicción en el éxito potencial del filme.

Anécdotas insólitas y dudas de último minuto

Durante la grabación en Las Vegas, el distanciamiento emocional de Hoffman resultó evidente. En varias ocasiones, prefería retirarse a los casinos en lugar de permanecer en el set. La producción tomó medidas inusuales, como asignar a una persona que siguiera cada movimiento del actor para garantizar su presencia cuando llegara el momento de rodar sus escenas. Esta situación, lejos de mejorar el ambiente general, acentuó el clima de incertidumbre y frustración entre el equipo.

El ambiente de incertidumbre y
El ambiente de incertidumbre y las tensiones en el set acompañaron a Rain Man hasta su inesperado reconocimiento mundial (Metro-Goldwyn-Mayer Studios Inc.)

Mientras tanto, Cruise trataba de encontrar su lugar y construir una química convincente con Hoffman en pantalla pese a la inestabilidad del entorno laboral. Ambos sabían que, aunque el guion ofrecía oportunidades para el lucimiento actoral, el ambiente de trabajo y la falta de dirección clara podían poner en peligro el resultado final. Este clima tenso y desconfiado acompañó a la producción casi hasta el último día.

De la incredulidad al triunfo inesperado

Rain Man demostró que los
Rain Man demostró que los proyectos más dudosos pueden convertirse en éxitos históricos del cine (Metro-Goldwyn-Mayer Studios Inc.)

El estreno de Rain Man dio un giro total a estas expectativas negativas. El filme conquistó al público y a la crítica en cuestión de semanas y se alzó con los premios Óscar a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor para Hoffman y Mejor Guion Original. Este reconocimiento cambió radicalmente la percepción de quienes habían participado en la obra.