El día que Jason Momoa estuvo a punto de morir y dejó de fumar para siempre

Un incidente en Hawái cambió la vida del actor, quien abandonó el hábito del tabaco después

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Jason Momoa reveló que jamás
Jason Momoa reveló que jamás volvió a fumar después del incidente, aunque antes no había podido dejar el tabaco ni por su familia (REUTERS/Henry Nicholls)

Jason Momoa, conocido por sus papeles en Aquaman y Juego de tronos, relató recientemente una experiencia en el mar que lo dejó al borde de la muerte y que, según él, lo impulsó a abandonar el cigarrillo para siempre.

El actor, originario de Honolulu, Hawái, compartió detalles del incidente en el podcast SmartLess, donde explicó cómo una jornada de surf se transformó en una lucha por su vida.

Durante la conversación, Momoa recordó que se encontraba surfeando junto a tres amigos en la costa de Maui.

El grupo remó aproximadamente 13 millas, manteniéndose casi a una milla de la orilla. Cuando se encontraban a unos siete kilómetros del punto de partida, la cuerda de seguridad de la tabla del actor se rompió, alejando la tabla debido a la fuerza del viento en la zona.

Mi leash se rompió y la tabla se fue. No podía verla más. Todo fue muy rápido”, narró.

El actor explicó que las
El actor explicó que las olas de hasta tres metros lo dejaron sin fuerzas y lo aislaron del resto de su grupo de surfistas (Mega/The Grosby Group)

La celebridad explicó que pronto quedó aislado en una zona reconocida entre los surfistas como especialmente peligrosa. Los locales la apodan “SFS (shit fucks)” por la intensidad de las olas, que alcanzaban hasta tres metros de altura.

“Me estaba golpeando una serie de olas enormes en un lugar del mar que es notoriamente peligroso. Estaba a la deriva y nadie podía verme. Tenía el remo en la mano y lo agitaba para llamar la atención, pero mis amigos no podían distinguirme”, relató Momoa.

La secuencia de olas lo sacó completamente de su zona de confort. “Las olas eran tan grandes que casi me arrancan el short. Después de un rato dejé de ver a cualquier persona que pudiera ayudarme”, dijo.

La situación se agravó cuando comenzó a sentir cómo su cuerpo ya no respondía: “No podía moverme más, mis brazos y piernas dejaron de funcionar. Mis fuerzas se agotaron después de tanto tiempo en el agua”.

La cuerda que lo unía
La cuerda que lo unía a su tabla se rompió, dejándolo a la deriva en una de las áreas más temidas por los surfistas locales de Hawái (REUTERS/Manon Cruz)

En ese momento de máxima vulnerabilidad, Jason Momoa confesó que solo pudo pensar en su hija, que entonces tenía tres meses. También mencionó que rezó a sus ancestros, buscando fortaleza para sobrevivir.

“Lo único que venía a mi mente era mi niña pequeña. Empecé a orar a mis abuelos”, aseguró.

En medio del agotamiento, uno de sus amigos, Larry Hamilton, advirtió la situación y se aproximó para brindarle ayuda.

“Larry llegó por detrás y yo ya había tirado la toalla. Mi cuerpo se detuvo; no podía mover mis brazos, ya había dejado de luchar y hundí la cabeza”, relató.

En ese instante, su pie rozó el arrecife exterior del lugar donde se encontraba. “Sentí que algo tocaba mi pie y me aferré a eso, fuera una roca o algo más. Logré impulsarme y clavarme en el coral con los pies, incluso cuando seguía recibiendo golpes de las olas”, recordó.

Al borde de perder el
Al borde de perder el conocimiento, Momoa pensó en su hija pequeña y oró a sus abuelos para encontrar fuerzas y sobrevivir (REUTERS/Aude Guerrucci)

Momoa aseguró que logró aferrarse al coral y mantenerse parcialmente a flote, apenas pudiendo asomar los labios para respirar. “Estaba colgado del arrecife, me sentía como muerto durante diez minutos. Fue una situación límite”, afirmó.

Cuando finalmente Hamilton logró acercarse con una tabla de surf, auxiliaron al actor, que tuvo que remar otras siete millas de regreso a la costa.

Durante el trayecto, sus pies sangraban por las heridas causadas al aferrarse al coral. Momoa describió ese retorno como un ejercicio de supervivencia, un momento en el que volvió a invocar a sus antepasados.

En esa misma línea, confesó que la gravedad de la experiencia cambió su relación con el tabaco, un hábito que había sido incapaz de dejar durante años.

Solía fumar dos o tres paquetes por día. No podía dejarlo ni por mis hijos ni por mi expareja. No encontraba la fuerza para parar”, afirmó.

Tras sobrevivir al incidente, Momoa tomó una decisión definitiva: “Nunca más volví a fumar. Sentí que renací, que tenía una segunda oportunidad”.

Al regresar a tierra firme
Al regresar a tierra firme tras remar herido siete millas, Jason Momoa sintió que había recibido una segunda oportunidad de vida (REUTERS/Mario Anzuoni)

Jason Momoa aprovechó su intervención en el podcast para reflexionar sobre el impacto físico y emocional del suceso. Insistió en que, ante situaciones extremas en el mar, incluso la experiencia y el estado físico pueden verse sobrepasados por la fuerza de la naturaleza.