El jurado en el juicio penal contra Sean Diddy Combs por tráfico sexual y otros delitos ha alcanzado un veredicto parcial tras dos días de deliberaciones, según informó la prensa internacional.
El grupo de 12 miembros comunicó al juez que logró consenso sobre los cargos dos, tres, cuatro y cinco, relacionados con trata sexual y transporte para prostitución, pero permanece dividido en el primer cargo, conspiración de asociación ilícita, debido a posturas irreconciliables entre los jurados.
La tensión en la sala del tribunal de Manhattan se hizo palpable en los momentos previos al anuncio. Combs, de 55 años, permaneció sentado, rodeado por sus abogados, quienes lo consolaban con abrazos y palabras de aliento.
En varias ocasiones, el artista bajó la cabeza y se cubrió el rostro con las manos, en actitud de recogimiento, mientras los fiscales revisaban documentos en sus ordenadores. Según reporteros presentes, resultaba difícil discernir si Diddy lloraba o simplemente se frotaba los ojos.
El proceso, que se ha extendido por casi dos meses, ha contado con el testimonio de 34 personas, entre ellas exparejas, exempleados, escoltas masculinos y agentes federales.
La acusación sostiene que Sean Combs organizó y financió una red de explotación sexual, trasladando a mujeres y escorts a través de fronteras estatales y nacionales para participar en encuentros sexuales, conocidos como freak offs, mientras él observaba y grababa.
Uno de los testimonios más impactantes provino de la cantante de R&B Cassie Ventura, quien mantuvo una relación con el productor musical durante 11 años.
La cantante y expareja de Diddy relató que fue obligada a consumir drogas y a participar en actos sexuales humillantes con escoltas masculinos bajo la supervisión y grabación del acusado.
En varias ocasiones, según su declaración, Sean Diddy Combs la golpeó, pateó, arrastró por el cabello y la forzó a asistir a estos encuentros.
El jurado revisó fotografías de moretones en el cuerpo de Ventura y observó el video de seguridad del hotel InterContinental de Los Ángeles en 2016, donde se ve a Combs agrediéndola y arrastrándola por el pasillo.
La fiscalía argumenta que intentaba llevarla de vuelta a uno de estos freak offs. Durante el contrainterrogatorio, la defensa cuestionó la credibilidad de Ventura, señalando su consumo de drogas y mensajes de texto en los que aparentemente expresaba entusiasmo por dichas fiestas sexuales. Ventura insistió en que actuaba bajo coacción.
El jurado solicitó revisar partes específicas de su testimonio, incluyendo los días previos y posteriores al incidente de 2016, así como su relato sobre un episodio en el festival de cine de Cannes, donde el fundador de Bad Boy Records la habría expulsado de su yate sin zapatos ni pasaporte tras acusarla de robarle drogas.
Ventura declaró que, durante el vuelo de regreso a Nueva York, Sean Combs le mostró videos de encuentros sexuales previos y la amenazó con difundirlos, obligándola a participar en otro freak off al llegar.
Otra testigo clave, identificada bajo el seudónimo “Jane”, sostuvo una relación con el rapero entre 2021 y 2024, hasta su detención.
“Jane” describió situaciones similares a las de Ventura, afirmando que participó en “noches de hotel” donde mantenía relaciones sexuales con uno o más escoltas durante hasta tres días, mientras Combs observaba.
Según su testimonio, el acusado pagaba su vivienda y sus abogados, y ella temía perder ese apoyo si se negaba a sus demandas.
“Jane” aseguró que fue forzada a participar incluso cuando padecía infecciones urinarias, había vomitado o tras ser agredida físicamente. También declaró que el cantante trasladó escoltas a través de fronteras estatales y a otros países para estos encuentros.
La defensa argumentó que las relaciones eran consensuadas y presentó mensajes en los que “Jane” parecía planificar o solicitar los encuentros. Ella respondió que intentaba mantener cierto “control” sobre la situación y que solo deseaba estar con su “pareja”.
El jurado también pidió revisar el testimonio de Daniel Phillip, un stripper masculino que declaró haber mantenido relaciones sexuales con Ventura mientras Combs observaba, dirigía y grababa.
El hombre relató un episodio en el hotel Essex donde escuchó gritos y golpes provenientes de una habitación durante una de estas reuniones.
Mientras tanto, el ambiente fuera del tribunal reflejaba la notoriedad del caso. Una mujer en ropa interior, que se identificó como simpatizante de Sean Diddy Combs, corrió alrededor del edificio grabándose y gritando.
Se reportaron incidentes como el lanzamiento de aceite para bebés sobre los presentes y la distribución de camisetas en apoyo al acusado.
La defensa y la fiscalía discrepan sobre los próximos pasos. El ministerio público solicitó al juez que aplique la “Allen charge”, una instrucción que busca presionar al jurado para alcanzar un veredicto unánime.
La defensa se opone a esta medida. El juez evalúa ambas propuestas y, por el momento, considera que aún no corresponde anunciar el veredicto parcial.
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