George Clooney cumple 64 años: del dolor físico al amor inesperado, la vida secreta del último galán de Hollywood

El 6 de mayo de 1961 nació en Lexington, Kentucky, uno de los últimos íconos de Hollywood con estatus de estrella clásica: George Clooney.

Hoy cumple 64 años, y su vida, más allá del glamour y las alfombras rojas, está tejida de episodios que incluyen dolores físicos insoportables, una infancia bajo reflectores, conflictos emocionales profundos y un giro vital inesperado hacia la vida familiar.

En 2005, mientras filmaba una escena de pelea para la película Syriana, Clooney sufrió una caída desde una silla que le provocó una lesión gravísima en la columna vertebral.

Según detalló IMDB, la caída le produjo una fuga de líquido cefalorraquídeo por la nariz, y los dolores de cabeza que experimentó después fueron muy intensos.

“Estaba acostado en una cama de hospital con una vía intravenosa en el brazo, sin poder moverme, con estos dolores de cabeza donde sentís que estás teniendo un derrame cerebral”, contó el propio Clooney en una entrevista con Rolling Stone en 2011.

En esa misma entrevista, confesó haber considerado quitarse la vida: “Por un breve período de tres semanas, empecé a pensar: ‘Podría tener que hacer algo drástico sobre esto‘. Pensás en no dejar un desastre, así que vas al garaje, subís al auto, arrancás el motor... parecía la forma más limpia, pero nunca creí que llegaría a ese punto. Estaba tratando de encontrar cómo sobrevivir”

En 2014, E! News reveló que Clooney se trató en la Universidad de Duke y en un hospital de Alemania para intentar aliviar los dolores persistentes derivados de esa lesión.

Pero la historia no terminó ahí: en 2020, Express UK, informó que Clooney se sometió a una nueva cirugía de cuello tras un accidente en moto ocurrido en 2018. Durante ese procedimiento, los médicos descubrieron que también padecía artritis, lo que agravó aún más su situación.

Mucho antes de conquistar Hollywood, Clooney tuvo que enfrentarse a una experiencia humillante y dolorosa: a los 15 años sufrió una Parálisis de Bell, una forma de parálisis facial temporal.

En una entrevista con Jimmy Kimmel Live!, rememoró esa etapa con su característico humor, pero también con sinceridad: “Quiero señalar algo. En ese momento tenía parálisis de Bell y la mitad de mi cara estaba paralizada”, le dijo a Kimmel mientras comentaban una foto de su adolescencia.

En una entrevista con Rolling Stone, profundizó sobre el impacto emocional que tuvo aquella afección, que comenzó cuando “la leche empezó a salírsele por la comisura de la boca” durante una comida familiar.

Sus compañeros de escuela lo apodaban “Cloon-dog” por la asimetría de su rostro. “Era el primer año de la secundaria. Un mal momento para tener la mitad de la cara paralizada”, agregó.

Durante décadas, Clooney fue considerado el “último soltero de oro” de Hollywood. Pero incluso cuando los medios lo presentaban así, él ya había estado casado: entre 1989 y 1993, con la actriz Talia Balsam.

“Me casé en 1989. No era muy bueno en eso. Me citaron diciendo que nunca volveré a casarme justo después de divorciarme y nunca he vuelto a hablar de ello desde entonces”, había dicho a Esquire en 2014.

En los años 90 y 2000, mantuvo relaciones con Kelly Preston, Krista Allen, Elisabetta Canalis, Lisa Snowdon y Stacy Keibler, pero siempre negó cualquier intención de formar una familia.

Según HuffPost, Michelle Pfeiffer y Nicole Kidman le apostaron diez mil dólares a que tendría hijos antes de los 40. Clooney les devolvió los cheques cuando eso no ocurrió y dobló la apuesta: no tendría hijos antes de los 50.

Sin embargo, todo cambió cuando conoció a Amal Alamuddin, abogada de derechos humanos. “Recibí una llamada de mi agente que dijo ‘conocí a una mujer que irá a tu casa, con la que te vas a casar’”, contó en My Next Guest Needs No Introduction, el programa de David Letterman en Netflix.

Se casaron en 2014 y en 2017 fueron padres de Ella y Alexander, los mellizos que rompieron su juramento de no paternidad.

Clooney creció en Ohio, en el seno de una familia muy visible. Su padre, el presentador de noticieros, Nick Clooney, era una figura televisiva local, lo que convirtió a George y a su hermana Adelia en personajes reconocidos.

“Mi hermana y yo nunca disfrutamos mucho esas apariciones. Tenías que estar ‘encendido‘, era hora del show. Con siete años, tenías que subirte al escenario y decir algo”, contó a Rolling Stone.

Desde muy pequeño, George participaba junto a su madre en comerciales en el programa de su padre. La familia funcionaba como una especie de acto de vodevil. “Nos bajábamos del auto y era ‘¡Hey, hey!’ todo sonrisas. Y cuando volvíamos a subir al auto, nadie hablaba”, recordó.

La fama local fue una presión constante. “Si anotaba 15 puntos en un partido de básquet, el diario decía: ‘El hijo de Nick Clooney anotó 15 puntos’. Era incómodo”, declaró.

En los años 90, Clooney atravesó lo que él mismo llamó su “etapa de furia”. En Rolling Stone habló sin filtro: celos enfermizos, peleas de tránsito, rotura de palos de golf, insultos a desconocidos y cartas de odio. “No he sido así desde hace muchos años, pero sí, hubo un período. Ojalá supiera de dónde venía todo eso“.

Más allá del cine, Clooney ha mantenido un perfil alto en cuestiones sociales y políticas. Según Rolling Stone, es conocido por su trabajo en Darfur, una región del sudeste asiático, y por apoyar causas de derechos humanos. “Es el mismo tipo que ves en las películas, que lees en las revistas, el que va a Darfur”, dijo la revista, al describir su coherencia pública.