
Después de ocho años, El cuento de la criada llegará a su conclusión televisiva. La adaptación de la novela de Margaret Atwood se llevó los elogios desde su debut en la pantalla chica y parte de su exitoso resultado tuvo que ver con la interpretación de Elisabeth Moss en el rol de June/Offred.
Titulada en inglés The Handmaid’s Tale, la serie —al igual que Black Mirror— se convirtió en una especie de reflejo y predicción de los acontecimientos del mundo real. La introducción a su universo es sumamente cruda: la violencia, el abuso, la explotación y el trauma se apoderan de los personajes desde el primer minuto.
Tras la primera temporada y con 35 años, Moss se llevó el Emmy a Mejor actriz. Si bien previamente se había dado a conocer con el papel de Peggy Olson en Mad Men, la producción original de Hulu la consagró como una de las figuras más importantes de la TV.
En su discurso de aceptación del galardón, agradeció principalmente a su familia: “Mi hermano, Derek, por ser mi mejor amigo desde el día en que naciste. Y mi madre. Eres valiente, fuerte e inteligente, y me has enseñado que se puede ser amable y jodidamente una tipa ruda”.

Las palabras hacia su progenitora captaron la atención por el estrecho vínculo de Elisabeth Moss y la cienciología, aun cuando ella se considera a sí misma una feminista y cuestiona los sistemas opresivos a través de su trabajo en El cuento de la criada, serie de la cual también es productora.
En 2012, durante una conversación con el diario The Telegraph, ofreció una inusual mirada hacia la relación con su fe. “No es lo mismo que ir a la iglesia los domingos”, explicó. “Es autoaplicada. Implica leer: tienes que tomar una decisión”.
Incluso, la estrella comparó la ayuda que recibe de esta religión con las personas que practican yoga o con ser vegano: “O la Cábala. O el budismo o lo que sea. Quiero decir, creo que para mí es una cosa que me ha ayudado a veces, y es así de simple”.
Poco antes de lanzarse El cuento de la criada, volvió a abordar el tema. “Para mí es extraño que me pongan en la situación de decir: ‘No, no puedo. No quiero hablar de esto’. Te sientes como si fuera una buena persona a la que le gusta hablar de cosas”, sostuvo para The Guardian.
Y, sobre la atención constante que recibe su religión, afirmó: “También entiendo la curiosidad. Me fascina. También me fascinan cosas que no son de mi incumbencia. Me fascina cuando alguien rompe con alguien. Quiero saberlo todo. Me interesa mucho lo que la gente lleva puesto, y todo ese tipo de cosas, pero uno tiene derecho a su intimidad”.

Elisabeth Moss sobre la Cienciología y “El cuento de la criada”
Una vez que el programa vio la luz, los cuestionamientos hacia Elisabeth Moss se intensificaron. La audiencia comenzó a comparar a Gilead, la nación ficticia de la historia, con las prácticas ejercidas por la Cienciología.
En respuesta a un comentario en Instagram que realizó este señalamiento, la artista de Hollywood volvió a defender su fe.
“La libertad religiosa, la tolerancia, la comprensión de la verdad y la igualdad de derechos para todas las razas, religiones y credos son muy importantes para mí. Probablemente lo más importante para mí”, escribió en la red social.
En esa misma línea, aclaró que “Gilead y El cuento de la criada me afectan a un nivel muy personal. Gracias por la interesante pregunta”.
El cuento de criada muestra que una vez que Estados Unidos pasa a ser controlado por sectores ultra religiosos y de derecha, las mujeres que no gozan de algún estatus en esta nueva sociedad sostenida por la fe en Dios pierden por completo sus derechos.
Y, aun peor, solo serán condenadas a gestar y parir hijos de los varones y jefes de familia en complicidad con sus esposas. Es así que se presenta un sistema de dominación y jerarquías sumamente violento y abusivo contra las mujeres que no tienen posición en Gilead a través de un matrimonio.

En cuanto a la Cienciología, múltiples investigaciones en forma de documentales (tales como Going clear: cienciología y la prisión de la fé) han revelado que al interior de la iglesia se producen “abusos físicos y psicológicos”.
Además, se le acusó de solicitar grandes cantidades de dinero a sus fieles para ir subiendo de rango y así conocer más acerca de la religión.
Cabe destacar que Elisabeth Moss no es la única celebridad en ser relacionada con dicha religión, pues anteriormente se especuló que esta pudo haber sido la razón de la separación de Tom Cruise y Nicole Kidman, quien habría sido considerada problemática al interior del culto.
“Las acusaciones que se hacen en el documental son totalmente falsas y se realizaron sin pedir la versión de la Iglesia”, expresó en un comunicado Karin Pouw, portavoz de la Iglesia de la Cienciología, tras las alegaciones presentadas en Going clear por medio de entrevistas con exmiembros de este círculo.
Y añadió: “La iglesia está comprometida con la libertad de expresión. Pese a ello, la libertad de expresión no da carta blanca para emitir o publicar información falsa”.

La reacción de Margaret Atwood
En 2022, The New Yorker realizó un perfil a Elisabeth Moss y la actriz volvió a defender su credo, siendo además respaldada por Margaret Atwood, la autora de El cuento de la criada.
“No creo que sea una cuestión de religión como tal”, dijo la escritora canadiense. “Creo que se trata de quién la dirige y para qué la utiliza. ¿Qué tipo de poder ejercen sobre otras personas, benigno o no? Por lo que sé, hay una versión hollywoodiense de la Cienciología. Es decir, los orígenes son una locura, pero ¿comparados con qué?”.
Como acto siguiente, Atwood hizo una comparación bromista con los “pastafaris, un grupo religioso satírico que rinde culto a un dios espagueti y cuyos miembros han demandado el derecho a llevar coladores en la cabeza en las fotos de identificación del gobierno”.

Por su parte, Moss animó a la gente a “que lo averiguara por sí misma”, según el citado medio, y se mostró comprensiva contra quienes critican sin conocer demasiado sobre su iglesia: “Ciertamente, he sido culpable de leer un artículo o ver algo y tomarlo como un evangelio”.
Si bien acepta que su esfera personal puede ser de conocimiento público, la ganadora del Emmy reveló que no le gustaría que eso afectara la percepción de June, su personaje en The Handmaid’s Tale que se caracteriza por oponerse a Gilead y luchar activamente contra este sistema a partir de cierto punto en la serie.
“No quiero que la gente se distraiga con algo cuando me está viendo. Quiero que vean al personaje”, reconoció, sin embargo, defendió una vez más a la Cienciología, aclarando que “no es realmente una religión cerrada”.
“Es un lugar muy abierto a recibir a alguien que quiera aprender más sobre ella. Creo que eso es probablemente lo que más se malinterpreta”, concluyó.

A lo largo de cinco temporadas, Elisabeth Moss ha sido protagonista de El cuento de la criada y cerrará esta etapa de su carrera este año con la sexta y última entrega del drama distópico.
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