El fin de una era: la mansión Kardashian se puso a la venta por 13 millones de dólares

Una de las propiedades más reconocibles de la cultura pop está oficialmente en el mercado. Kris Jenner, matriarca del clan Kardashian-Jenner, ha decidido vender la emblemática mansión de Hidden Hills, California, que sirvió como el corazón del exitoso reality show “Keeping Up with the Kardashians” durante más de una década. La residencia, que cuenta con seis habitaciones y ocho baños, tiene un precio de venta de 13,5 millones de dólares, según el New York Times. La casa, que fue adquirida en 2010 por 4 millones de dólares, se encuentra actualmente deshabitada y puede ser adquirida completamente amueblada por un costo adicional de 400.000 dólares.

La propiedad, que abarca 822 metros cuadrados y está situada en un terreno de 6.270 metros cuadrados, fue el escenario de innumerables momentos icónicos del programa que catapultó a la familia Kardashian-Jenner al estrellato. De acuerdo con TMZ, el vestíbulo con su característico suelo de baldosas en blanco y negro y la escalera imperial de hierro negro es uno de los espacios más reconocibles para los fanáticos del reality. Este lugar fue testigo de escenas memorables, como cuando Kris llevó a casa un cerdo para su hija Kylie Jenner, quien inicialmente pensó que era un pollo.

La mansión, construida en 1998, fue adquirida por Kris Jenner y su entonces esposo, Caitlyn Jenner, para acomodar a sus hijas adolescentes, Kendall Jenner y Kylie Jenner, así como para recibir a los hijos mayores de Kris, Kim Kardashian, Kourtney Kardashian, Khloé Kardashian y Rob Kardashian, quienes eran visitantes frecuentes. La casa fue diseñada para reflejar el estilo de vida de la familia, con amplios espacios abiertos, techos altos y ventanales que inundan las habitaciones de luz natural.

Cada una de las seis habitaciones cuenta con baño en suite, y la suite principal, utilizada por Kris, incluye una chimenea, un bar, un gimnasio privado, un baño tipo spa con ducha de vapor y un balcón con vistas al extenso terreno. Antes de poner la casa en venta, Kris contrató al diseñador de interiores Ryan Saghian para renovar casi todos los muebles con piezas de lujo del mayorista europeo Eichholtz, además de incorporar obras de arte personalizadas y candelabros hechos a medida.

El patio trasero de la propiedad es otro de los puntos destacados. Equipado con una piscina, un jacuzzi, una cabaña de entretenimiento con sofás, televisor y chimenea, así como una estación de parrilla al aire libre con comedor cubierto, el espacio fue utilizado para las extravagantes fiestas que la familia organizaba regularmente. El área exterior también incluye una fogata y un cenador rodeado de setos y plantas cuidadosamente mantenidas, que ofrecen privacidad y sombra.

La cocina, otro de los espacios más emblemáticos, está equipada con una isla central blanca, una mesa de desayuno y varios refrigeradores grandes con puertas de vidrio, que los fanáticos del programa recordarán por su organización meticulosa. Además, cuenta con una despensa que incluye una máquina personal de yogur helado, un detalle que refleja el nivel de personalización y lujo de la residencia.

“Keeping Up with the Kardashians”, que se emitió entre 2007 y 2021, convirtió a esta mansión en un símbolo de la cultura pop. La casa fue testigo de momentos claves en la vida de la familia, desde bodas y divorcios hasta el crecimiento de los hijos y la llegada de más de una docena de nietos. La separación de Kris y Caitlyn en 2013 marcó un punto de inflexión, y en 2015, tras finalizar su divorcio, Kris transfirió la propiedad a un fideicomiso familiar.

En declaraciones al New York Times, Kris expresó su emoción por el futuro de la casa: “He compartido tantos recuerdos inolvidables en esta increíble casa con mi familia, y estoy emocionada de verla comenzar un nuevo capítulo con sus próximos propietarios”. Según el agente inmobiliario Tomer Fridman, quien representa la venta a través de Christie’s International Real Estate Southern California, la propiedad es un ícono y un hogar que albergó momentos significativos de la vida de la familia.

La venta de esta mansión marca el cierre de un capítulo importante en la historia de la familia Kardashian-Jenner. Aunque Kris ya no vive en la propiedad, su legado permanece intacto. En 2020, Kris vendió otra casa en el mismo vecindario de Hidden Hills por 15 millones de dólares. Esa residencia, ubicada frente a la casa de su hija Kim, fue adquirida por Katharina Harf, hija del CEO de Coty, Inc., la empresa que compró una participación mayoritaria en Kylie Cosmetics por 600 millones de dólares.

Tal como afirmó el anuncio de Christie’s, esta propiedad es “el epítome del lujo y la elegancia”, un lugar donde la vida cotidiana de una de las familias más famosas del mundo se entrelazó con el glamour de Hollywood.