
El Colegio Colombo Británico de Envigado tiene casi setenta años de historia. Su trayectoria se apoya en una comunidad de egresados, familias y docentes que han acompañado las transformaciones educativas de cada época. La pandemia, según cuenta su rector Gerardo Franco, fue un punto de inflexión: permitió acelerar procesos que estaban en marcha y consolidar nuevas formas de trabajo en el aula.
“La pandemia fue un gran catalizador. Nos convirtió en un colegio de referencia y logramos que el pensamiento computacional se convirtiera en una competencia transversal, integrada en todas las áreas”, dijo Franco en diálogo con Ticmas. Esa experiencia, explicó, inspiró a los docentes a promover proyectos propios, a innovar en su práctica y a buscar respuestas a las demandas cambiantes de las familias. “El secreto no está en diseñar un proyecto sólido y fijo, sino en tener la capacidad de mutar y responder a contextos nuevos.”
La baja natalidad es uno de los factores que más preocupan al sector educativo. “En Colombia la caída de la tasa de natalidad implica menos estudiantes y obliga a los colegios a repensar su lugar. Además, las familias de hoy tienen otras expectativas y necesitan también acompañamiento. Nuestro proyecto no es solo para los niños, también para los padres y madres”, señaló. Esa visión entiende a la escuela como una comunidad amplia, donde se construyen redes de apoyo y espacios seguros para el desarrollo integral.
La formación socioemocional ocupa un lugar central. “Los papás educamos como nos educaron, pero la velocidad del cambio es mucho mayor. Hoy los estudiantes son nativos digitales y enfrentan transformaciones más rápidas. Por eso la educación debe darles herramientas para crecer seguros, autónomos e independientes.” Franco hace referencia a marcos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible y a la necesidad de promover ciudadanos críticos, capaces de producir conocimiento y tecnología, y no solo de consumirla.
La tecnología, en ese sentido, atraviesa todos los programas. “Lo que antes llamábamos informática ahora se centra en formar programadores, diseñadores y ciudadanos digitales. Queremos que los estudiantes comprendan qué significa la huella digital, la ética de los datos y la responsabilidad de lo que se publica”, explicó. Para el rector, ningún colegio puede avanzar solo: es necesario articular con universidades, plataformas, sector privado y otros colegios para formar una masa crítica de docentes y estudiantes con competencias digitales sólidas.
El uso responsable de la tecnología también exige reglas claras. En el Colombo Británico, por ejemplo, están prohibidos los auriculares inalámbricos. “Son un riesgo para la audición y aíslan. Si queremos proyectos colaborativos, los dispositivos deben ser de uso común y no individual.” Al mismo tiempo, los estudiantes trabajan con prototipado, análisis de datos, diseño 3D o realidad virtual, de manera que la tecnología se use con fines productivos y no solo de entretenimiento.
Franco advirtió que los colegios que no innovan quedan rezagados. “En los últimos seis años cerraron más de seis mil instituciones en el país, entre ellas más de mil privadas. La característica común fue no innovar. Apostar por la tecnología es apostar por la sostenibilidad del colegio”, dijo. En el caso del Colombo Británico, esa estrategia se sostiene en su identidad como corporación sin dueño individual, lo que permite reinvertir los recursos en proyectos pedagógicos y alianzas. Un ejemplo es el bootcamp de transformación digital desarrollado junto con la Escuela de Ingeniería de Antioquia, que ya se expandió a 17 colegios y reúne a más de 150 docentes.
El rector concluyó con una idea que resume su visión: “El único futuro que podemos predecir es el que vamos a construir. El futuro de la educación es la versatilidad. Es la capacidad de dar respuestas diversas: a quienes quieren más artes, más tecnología o más humanidades; a quienes necesitan más horas en el colegio o a quienes buscan mayor autonomía. La tecnología es la herramienta que nos permite darle esa versatilidad a los proyectos educativos.”
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